Trepa por un edificio de Zaragoza para ayudar a una mujer que estaba siendo agredida por su pareja

La Voz REDACCIÓN

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Mohamed K., de 29 años, se ayudó de las rejas del bajo y del cableado eléctrico para trepar por la fachada y llegar hasta ella. Mientras rescataba a la mujer alguien le robó la cartera

14 dic 2018 . Actualizado a las 18:55 h.

Un joven, Mohamed K., de 29 años de edad, salvó ayer a una mujer que solicitaba ayuda a gritos desde su vivienda en Zaragoza, hasta donde trepó.

La Jefatura Superior de Policía de Aragón ha confirmado a Europa Press que se ha llevado a cabo una intervención policial en esta vivienda por un posible caso de malos tratos, por lo que detuvieron al presunto agresor, pareja de la mujer que se encontraba solicitando ayuda.

Según publica este viernes Heraldo de Aragón, los desesperados gritos de la mujer alertaron a los vecinos de esta calle de La Almozara, quienes pudieron comprobar que un hombre se acercaba a la joven en su vivienda por detrás y tiraba de ella con fuerza para que entrara de nuevo en su piso.

La mujer salió de nuevo a la ventana y, cuando parecía que podría saltar al vacío, Mohamed K. se ayudó de las rejas del bajo y del cableado eléctrico para trepar por la fachada y llegar hasta ella. Al parecer, el joven permaneció durante media hora en el domicilio con la pareja, de origen africano, hasta que llegó la Policía y detuvo al hombre, mientras que la mujer fue trasladada al hospital junto a uno de sus dos hijos.

«Estaba en casa y he escuchado los gritos. Tenía claro que no era ningún niño, así que he salido a la calle a ver qué pasaba. Entonces he visto que la vida de esta mujer corría peligro y no me lo he pensado mucho», explicaba, consciente de que "en estos casos no hay tiempo que perder», cuenta a el Heraldo de Aragón.

«Estaba muy asustada y no podía empujarla hacia dentro, así que primero he entrado al piso y después la he metido dentro», añade. 

Se da la sorprendente circunstancia de que cuando Mohamed K. fue a identificarse ante los agentes, se dio cuenta de que mientras rescataba a la mujer alguien le había robado la cartera, que había dejado junto con otros objetos personales en el suelo de la calle para poder trepar. «Siempre que hago algo bueno me pasa a mí algo malo», explicó resignado.