El Falcon de Sánchez era un «low cost»

Gonzalo Bareño Canosa
Gonzalo BAreño MADRID / LA VOZ

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Pedro Sánchez, en la base de Torrejón, ante de un viaje oficial el pasado junio
Pedro Sánchez, en la base de Torrejón, ante de un viaje oficial el pasado junio POOL MONCLOA

Transparencia exige al Gobierno que publique el coste de su viaje en avión oficial a un concierto de The Killers y el presidente solo responde que gastó 283 euros en protocolo

03 ene 2019 . Actualizado a las 07:53 h.

El 20 de julio del 2018, solo 50 días después de prometer su cargo como presidente del Gobierno, Pedro Sánchez se subió en un helicóptero del Ejército del aire para desplazarse a la base aérea de Torrejón de Ardoz (Madrid), a 20 minutos en coche de la Moncloa. Allí, embarcó en el avión Falcon 900B del Ejército del Aire para trasladarse a Castellón. Tras un fugaz encuentro informal con la alcaldesa de la ciudad, Amparo Marco, y con el presidente valenciano, Ximo Puig, asistió junto a su mujer, Begoña Gómez, y sus dos hijas, al concierto del grupo The Killers, del que la esposa del presidente es declarada fan, en el Festival Internacional de Benicasim (FIB). El Falcon, que había regresado a Madrid, voló de nuevo el sábado 21 a Castellón para recoger a Sánchez, a pesar de que el presidente del Gobierno no tenía ningún acto oficial programado en los siguientes dos días. Aunque el concierto no figuraba en la agenda del día de Sánchez, la vicepresidenta del Gobierno, Carmen Calvo, declaró que fue una visita oficial porque tuvo «una agenda cultural por la noche».

Agenda cultural nocturna

Cuando la agencia Servimedia preguntó a través la Ley de Transparencia por el coste de ese desplazamiento, la respuesta que obtuvo del Gobierno es que no podía ofrecer ese dato porque la asistencia de Sánchez a ese concierto, que él mismo plasmó en una foto en un mensaje de Instagram, era un «secreto oficial». El asesor del PP valenciano Luis Salom fue luego menos exigente en su petición y preguntó por «el coste aproximado y sin desglosar, de todo el desplazamiento del presidente y sus acompañantes, incluido el coste de apertura especial del aeropuerto de Castellón para ese desplazamiento», pero aclarando que «en ningún caso se solicita información sobre personas acompañantes, ni datos relativos al dispositivo de seguridad ni sobre el trayecto». Como la respuesta fue la misma, Salom recurrió al Consejo de Transparencia y Buen Gobierno (CTyBG), que resolvió que el viaje de Sánchez no era un secreto oficial y le instó a «suministrar el gasto total del viaje, sin desglose por conceptos».

Otros viajes por España

La respuesta del Gobierno a ese mandato, sin embargo, no ha podido puede ser más sorprendente. «El gasto total computado por el Departamento de Protocolo los días previos fue de 282,92 euros». Esa es toda la información que suministra presidencia, que elude cuantificar cualquier otro gasto aduciendo que «afectaría sin duda a los planes de protección», regulada en la Ley de Secretos Oficiales. Semejante contestación fue calificada por Salom como «una tomadura de pelo del Gobierno socialista».

El presidente utilizó también un helicóptero del Ejército para ir a la boda de su cuñado Pese a la negativa del Ejecutivo a revelar los datos, el consumo promedio de un Falcon 900B se estima en 1.500 kilos de combustible por hora, lo que haría que un traslado de ida y vuelta de Madrid a Castellón alcanzara los 10.000 euros, que, al haberse realizado en dos ocasiones en pocas horas, ascendería a 20.000 euros. A ese coste hay que añadir la apertura para esos cuatro vuelos del aeropuerto de Castellón, que apenas registra cinco operaciones semanales, con todo el personal necesario.

Sánchez no parece preocupado por el coste del uso de medios públicos para sus desplazamientos privados. El sábado 30 de junio, sin haber cumplido un mes en la Moncloa, despejó su agenda oficial de esa jornada y utilizó un helicóptero para asistir a la boda del hermano de su mujer en el pequeño pueblo de Aldeanueva de Cameros, en La Rioja.

El irlandés, con Ryanair

Sánchez viajó en un Super Puma del 402 Escuadrón del Ejército del Aire a la base de Agoncillo, a 57 kilómetros de la aldea. Allí le esperaban su coche oficial y varios escoltas, con los que culminó el recorrido. Ese viaje también se declaró secreto oficial. El coste del vuelo en ese helicóptero se calcula en también en unos 5.000 euros por hora de trayecto. Se da la circunstancia de que, en plena polémica por el uso del Falcon para ir a un concierto, el presidente de Irlanda, Michael D. Higgins, viajó a Gran Canaria a recibir el año nuevo en un avión de la compañía de bajo coste Ryanair, en lugar de usar el Learjet 45 del Cuerpo Aéreo de Irlanda.