Marchas pacíficas en Francia de mujeres con chalecos amarillos tras la revuelta del sábado

La Voz PARÍS / AFP, EP

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IAN LANGSDON | efe

El ministro de Finanzas alemán teme que surjan protestas similares en su país

07 ene 2019 . Actualizado a las 08:41 h.

Centenares de mujeres con chalecos amarillos se reunieron ayer en varias ciudades de Francia para dar una imagen pacífica del movimiento que desde hace ocho semanas organiza protestas en las ciudades y carreteras del país, y que el sábado terminaron en incidentes violentos.

Cerca de 50.000 personas se manifestaron esa jornada por todo el país en el «acto VIII» de la movilización, marcada por nuevos enfrentamientos con la policía. La violencia eclipsó una vez más un movimiento social que comenzó en protesta por el alza de los precios de los combustibles y que hoy se extiende a reivindicaciones más amplias. Ayer, el ministro de Economía, Bruno Le Maire, hizo un llamamiento a los franceses para que exijan el cese de la violencia. «Deseo que todos los que creen en la democracia, en la representación soberana del pueblo francés, se reúnan y digan: “Basta”», declaró. El sábado, el portavoz del Gobierno, Benjamin Griveaux, tuvo que ser evacuado de su despacho tras una invasión de chalecos amarillos.

En París, las mujeres se reunieron ayer en la plaza de la Bastilla y en la de la República vestidas con gorros frigios y portando globos amarillos. «A través de esta primera manifestación de mujeres, queríamos tener otro canal de comunicación que la violencia, porque todo lo que sale del movimiento en los medios son los actos de violencia y nos olvidamos del fondo del problema», dijo Karen, enfermera de 42 años de Marsella y una de las fundadoras del grupo de Facebook Mujeres Chalecos Amarillos.

Por su parte, el vicecanciller y ministro de Finanzas de Alemania, Olaf Scholz, ha alertado sobre la posibilidad de que en Alemania se produzcan protestas similares a las que este colectivo protagoniza desde hace semanas en Francia.

«También en Alemania hay un potencial que no debe ser subestimado. Nadie debería ignorar tal evolución», dijo en una entrevista al semanario alemán Bild am Sonntag. Scholz ha recordado que en el país ya han tenido lugar manifestaciones por el alto coste de la vida, un malestar que «se extiende incluso a la clase media».