Condenado en Galicia por dejar conducir a su hijo de 13 años

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M. Moralejo

La Fiscalía pedía inicialmente una multa de 1.350 euros por un delito contra la seguridad vial

11 ene 2019 . Actualizado a las 09:17 h.

El sueño de todo niño de ponerse al volante de un coche acabó con el padre sentado en el banquillo. Un vigués ha aceptado esta mañana pagar una multa tras declararse culpable de dejar a su hijo de 13 años conducir su coche por Samil, en Vigo, durante una noche el verano pasado. Iba al lado del niño, puesto al volante, y le daba consejos sobre cómo circular. La lección le salió cara al padre, pues ayer compareció ante la jueza como cooperador en un delito de tráfico cometido por su hijo menor de edad.

Hace tiempo que la Dirección General de Tráfico prohibió las clases clandestinas que daban a los padres a sus hijos para echarles una mano cuando estaban sacando el carné. Era un clásico. Los allegados solían acudir al atardecer a pistas o aparcamientos solitarios para hacer las prácticas con el turismo familiar. Pero este caso se sale de la norma porque el menor que manejaba el vehículo solo tenía 13 años y en un lugar tan concurrido como la playa de Samil en pleno verano.

La vista por conformidad se ha celebrado esta mañana en el Juzgado de lo Penal número 1 de Vigo. El implicado aceptó los hechos narrados por la Fiscalía, lo que le beneficia con una rebaja sobre la petición inicial de multa, que ascendía a 1.350 euros.

El progenitor fue sorprendido en la madrugada del 9 de julio del 2018 cuando iba a bordo de su coche, modelo Seat Toledo, por el aparcamiento del centro deportivo de Samil y el volante lo manejaba su hijo menor de edad. En torno a las 1.15 horas, el padre se colocó en el asiento de copiloto y permitió que el niño condujese por dicha explanada.

La acusación pública resalta que incluso el progenitor le daba consejos de conducción al pequeño. En su presencia, le proporcionaba al preadolescente con su presencia las tareas de control y asesoramiento. El hecho de acompañar al hijo le daba la tranquilidad al menor para tomar los mandos del coche, manejar los pedales, frenar o acelerar.

La Fiscalía concluye que el padre, con sus consejos y acompañamiento, cumplió los requisitos para ser acusado como cooperador en un delito de tráfico.

En concreto, el ministerio público le atribuyó la colaboración en un delito contra la seguridad vial en su modalidad de conducción sin permiso, por no haber obtenido el hijo nunca el carné. El menor tendrá que armarse de paciencia y aguardar cinco años, hasta alcanzar la mayoría de edad, para examinarse y obtener su licencia.

La táctica del fiscal para acusar al padre fue atribuir al niño un delito por no tener carné. Debido a su corta edad, es inimputable criminalmente y ni siquiera se contempla su autoría en el escrito fiscal. Pero fue el modo de acusar al padre como cómplice.

Inicialmente, la Fiscalía reclamaba que el padre abonase una multa de 1.350 euros pero, tras el pacto que ambas partes sellaron antes de entrar en sala, se redujo la cuantía a cambio de una confesión. El progenitor confesó su participación y aceptó los cargos, por lo que la jueza dictó una sentencia firme a viva voz.