Prosigue entre críticas la búsqueda de Julen

La Voz REDACCIÓN / LA VOZ

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| EFE
ALEX ZEA

El padre del pequeño que se cayó a un pozo en Totalán y el alcalde de este municipio de Málaga reprueban el dispositivo y los medios que se están empleando en el rescate

16 ene 2019 . Actualizado a las 09:51 h.

Las horas corren en contra del pequeño Julen, el niño de 2años que lleva desde el pasado domingo atrapado en un pozo a casi cien metros de profundidad. La esperanza de encontrarlo con vida es mínima, aunque todos los medios desplegados en la zona trabajan con la hipótesis de que Julen sigue todavía vivo.

La gran tensión que vive su entorno hizo mella en su padre, que el martes criticó abiertamente lo que él considera falta de medios para rescatar a su hijo. «Muchos tuits de apoyo, muchos votos, pero medios ninguno», señaló José Roselló en declaraciones a Telecinco. «No están haciendo una puta mierda. Que lleva 30 horas un niño metido en un pozo, que estamos muriéndonos», lamentó. Roselló el padre del pequeño Julen, lleva desde el domingo durmiendo junto a su mujer en un coche, cerca del agujero donde su hijo cayó durante un día de campo en Totalán. «¿Dónde voy a estar si no? Aquí donde estoy y, aun así, estoy demasiado lejos de él», aseguró roto de dolor, durante una conversación de unos cinco minutos con Colpisa.

Muertos en vida

José repite desolado que están «muertos en vida» e insiste, con la voz entrecortada, en la misma idea: «Nos faltan medios. Sé que no paran, pero mi hijo está ahí y no consiguen llegar hasta él», señaló más calmado. El padre del pequeño expresó su agradecimiento a la labor incansable de la Guardia Civil y a todas las empresas públicas y privadas que se están ofreciendo para ayudar. «Sé que no paran». El progenitor se dirigió directamente al presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, quien lanzó un tuit de apoyo la noche del domingo, y aunque agradece el gesto le envía un mensaje: «Solo necesito medios porque pasan las horas y seguimos sin saber nada de mi hijo».

Apenas puede hablar de lo que ocurrió el pasado domingo. «Ya se ha contado todo». Asegura que él no vio al niño caer, pero que sí lo escuchó llorar. «Se separó unos metros de nosotros y cayó por el agujero. Yo fui corriendo y le dije ‘tranquilo, tranquilo, que el hermano nos va a ayudar (en referencia al hermano mayor que falleció en el 2017)’. Aparté como pude todas las piedras que había para que no cayeran dentro del agujero. Yo escuchaba a mi hijo llorar, pero no podía hacer nada».

José agradece el calor de su barrio de El Palo, de la ciudadanía y de la gente que los conoce y que les está apoyando y solo desea que todo termine pronto.

También, el alcalde de Totalán, la localidad malagueña donde se encuentra el pozo donde cayó Julen se sumó a las críticas realizas por el padre del menor, en este caso para poner en cuestión la coordinación del dispositivo. Miguel Ángel Escaño aseguró que se estaba improvisando a cada minuto que pasaba. Posteriormente, el Ministerio del Interior defendió que se estaban desplegando «todos los medios y esfuerzos posibles» para hallar al niño, aunque afirmó que se trataba de un trabajo «complejo».

Más medios

El martes se unieron a las labores de rescate nuevos efectivos para trabajar en la construcción de un túnel lateral para intentar acceder al lugar donde se cree que se encuentra el pequeño, a unos ochenta metros de profundidad. Se ha optado por realizar una galería paralela de ochenta metros de profundidad, para acceder al otro orificio en el que estaría el pequeño. Para ello, se cuenta con una brigada expresamente llegada de Asturias y especializada en el rescate minero. Los ingenieros y brigadistas seleccionados para participar en el operativo fueron recogidos por un avión militar desplazado desde Málaga. Tras aterrizar, se pusieron a disposición de los responsables del operativo que trata de rescatar al niño.

También se incorporó al operativo de rescate de Julen Stockholm Precision Tools AB, la empresa que en agosto del 2010 situó el punto exacto en el que se encontraban 33 mineros chilenos que estaban atrapados a más de 700 metros bajo tierra tras el derrumbe de la mina San José, lo que fue clave para su evacuación.

Los equipos de rescate comenzaron a abrir un túnel lateral de unos 80 metros, aprovechando la pendiente de la montaña, para intentar llegar a la zona donde se supone que se encuentra el pequeño. Los trabajos comenzaron después de que los equipos de rescate que llevaban horas succionando la tierra bajo la que podría encontrarse el niño de dos años se topasen con una masa compacta que no se puede sacar, a unos 73 metros de profundidad.