Las clases, impartidas en el lado europeo de Estambul, también alertan sobre usar demasiado maquillaje y publicar imágenes bebiendo en las redes sociales
19 ene 2019 . Actualizado a las 09:40 h.Para Erdogan, presidente de Turquía, «una mujer es por encima de todo una madre» a la que «no se le puede dar independencia y libertad» porque esto, según afirmó en una ocasión, «destruiría el concepto de familia». Defiende su partido un rol tradicional de la mujer que impera en todo el país, pero choca que choca especialmente en las zonas más europeas del territorio. Ahí, en el ayuntamiento de Bagcilar -un distrito del lado europeo de Estambul-, un curso de modales ofrecido por el Gobierno local ha desatado una controversia mediática al recomendar a las mujeres, entre otras cosas, no comer helado en público o no compartir en las redes sociales fotografías en las que aparezcan bebiendo.
La iniciativa, recoge la agencia Efe, ha causado un gran debate en redes sociales sobre la presión ejercida sobre las mujeres en el espacio público. «Hablamos (en el curso) de cómo nuestras mujeres deben comportarse de manera correcta», comenta al diario Milliyet Arzu Arda, impulsora de las clases. «Ni siquiera saben entrar y salir del transporte público», se queja.
El curso, de dos semanas de duración, identifica como «actitudes indecorosas» que una ciudadana mastique chicle o hable por teléfono de cosas íntimas en público, por ejemplo. Desaconseja también usar demasiado maquillaje o publicar imágenes propias bebiendo en las redes sociales. Además, en un intento de orientarlas sobre cómo relacionarse con hombres desconocidos, les insta a que no les pregunten si están casados o si tienen hijos.