Euskaltel, la novia que todos quieren

D. Casas REDACCIÓN / LA VOZ

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Orange estudia una opa sobre la cablera vasca y Zegano aprobará su ampliación de capital en febrero

20 ene 2019 . Actualizado a las 09:21 h.

Euskaltel se está convirtiendo en un bocado cada vez más apetecible en el sector de las telecomunicaciones. La operadora vasca intenta escapar a los envites que, desde el pasado otoño y más recrudecidos en las últimas semanas, está recibiendo de los mercados por el fuerte avance del grupo -dueño de la gallega R y de la asturiana Telecable- en todo el norte peninsular, con un plan de expansión y de negocio a ocho comunidades autónomas. Hace dos días anunció un beneficio bruto del 30 % y una facturación hasta el 2022 de 800 millones de euros.

El último movimiento lo acaba de hacer la francesa Orange, que reconocía este viernes estar «siempre activamente comprometida a explorar oportunidades de negocio». Aclaraba así la incertidumbre en torno a la información adelantada por el medio digital TMT Finance, en la que se anunciaba que el grupo de telecomunicaciones quería quedarse con Euskaltel -como lo hizo en el 2015 con Jazztel- mediante una opa cuyo estudio encargaría al banco Credit Suisse. La noticia fue muy bien acogida este viernes por los mercados, que llevaron el valor de la acción de la operadora vasca a máximos del año, con una revalorización de hasta el 10 %.

Mientras, el fondo británico Zegona mantiene su ofensiva para hacerse con el control mayoritario de Euskaltel, mediante una ampliación de capital de unos 112 millones de euros. También este viernes trascendía que la operación está cerrada y que será ratificada por la junta de accionistas el próximo 7 de febrero. El grupo inversor, hasta ahora de referencia con un 15 % del accionariado por detrás de Kutxabank (21,3 %), está dispuesto a actuar sin vacilaciones. No lo logró con la opa fallida del pasado otoño, a la que renunció en diciembre, pero encabezaría el consejo del grupo cablero si logra un adicional del 12,5 % que le permita colocarse en la cabecera de Euskaltel con un 27,5 %.

Una y otra propuesta tendrán sus efectos sobre la dueña de R, porque los resultados no serán los mismos.

La opa anunciada por Orange trae a la memoria lo que ocurrió con Jazztel en el 2015: acabó integrándola y constituyendo una única empresa; o la de Vodafone, cuando hizo lo propio con Ono. Pese a todo, Euskaltel mantiene una relación contractual por prestación de servicios con Orange desde hace años. Un entendimiento que se ha fortalecido mediante un acuerdo por el que el grupo vasco extiende su negocio precisamente con la red de fibra que le proporciona la francesa.

El operador naranja quiere reforzar su posición en España, donde tiene su mejor mercado después de Francia. Además, de las grandes compañías, es la mejor candidata a ampliar tamaño. Vodafone se halla inmersa en un proceso de reconversión, con el reciente anuncio de adelgazamiento de su plantilla, y Telefónica ni se lo plantea por su ya fuerte liderazgo.

Los malos ojos con los que se miró en el seno de la cablera vasca el posible reforzamiento de Zegano, ya no lo son tanto. Los fondos buscan rentabilidad más que intervenir en la gestión de una compañía. Además, aunque alcanzase el 30 % de participación, estaría obligado a pactar con el resto de inversores Kutxabank (21.4 %), Corporación Alba (10 %), Abanca (4,5 %), Capital Research (5,3 %) y Artemis (3,75).