El hielo del Ártico se acerca al colapso

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Stein-Rune Karlsen

Uno de los autores del estudio que se publica hoy asegura que «es demasiado tarde para solucionar el problema»

23 ene 2019 . Actualizado a las 12:32 h.

Las zonas polares de la Tierra se calientan mucho más rápido que el resto del mundo. Mientras que la temperatura media global ha aumentado un grado desde la Revolución Industrial, en los polos esa subida alcanza los tres grados centrados. El intenso calentamiento que se está registrando en los extremos del mundo se debe al albedo, la cantidad de radiación solar que refleja o absorbe una determinada superficie. La nieve tiene un albedo muy elevado. Devuelve al espacio más del noventa por ciento de la radiación que le llega. Ahora, la emisión de gases de efecto invernadero provoca que haya una pérdida del hielo. Cada año hay más océano al descubierto. El agua actúa absorbiendo la radiación en lugar de reflejarla. Por tanto, el calentamiento es doble. Este proceso recibe el nombre de retro alimentación positiva. La perdida de hielo está siendo especialmente notable en el Ártico, la zona más vulnerable del planeta. Los modelos científicos sobre la evolución de la banquisa ártica siempre han activado todas las alarmas sobre el retroceso del hielo. Sin embargo, un artículo publicado hoy en la prestigiosa revista Proceedings of the National Academy of Sciences of the United States of America (PNAS) asegura que los investigadores se han quedado cortos con sus estudios. La pérdida de hielo es mucho mayor de lo que se pensaba. Hoy el hielo desaparece cuatro veces más rápido que en 2003. Uno de los autores de artículo, Michael Bevis, señala que «la reducción de la capa de hielo está alcanzando un punto de inflexión y que es demasiado tarde para solucionar el problema».

Este hielo en el que se centra la investigación se está derritiendo además en la zona de Groenlandia. Es decir, el agua se desplaza de tierra a mar. Por tanto, según el principio de Arquimesas, este aporte adicional sí elevaría el nivel del océano. Los datos satelitales estiman que entre 2002 y 2016 la isla perdió suficiente hielo para aumentar el nivel del mar a un ritmo de 0,7 milímetros al año.