Maduro endurece la represión y suma 40 muertos y un millar de detenidos

PEDRO GARCÍA OTERO CARACAS / CORRESPONSAL

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Roman CamachoSOPA Images via ZU | Europa Press

Las oenegés denuncian los excesos policiales, especialmente en las zonas más pobres

29 ene 2019 . Actualizado a las 15:53 h.

Al menos 40 personas han sido asesinadas desde el 21 de enero, cuando comenzaron las protestas en Venezuela, por la actuación de los cuerpos de seguridad del Estado, según aseguró este martes un portavoz del Alto Comisionado de la ONU para los Derechos Humanos. Además, varias oenegés en Caracas agregaron que, desde ese mismo día, 956 personas han resultado detenidas. De estas, 80 son niños y adolescentes a los cuales «se les han imputado los mismos delitos que a los adultos», indicó Ana Leonor Acosta, abogada defensora especializada en derechos humanos.

El balance de la primera semana de protestas deja pálida la represión que ejerció el régimen de Nicolás Maduro durante las manifestaciones callejeras del 2017, pero ha pasado desapercibido en el país porque las del 2019 se están produciendo en las barriadas y zonas pobres apartadas del centro de las ciudades.

«En Venezuela hay una suspensión de garantías solapada y una violación sistemática de derechos humanos», indicó a su vez la diputada Adriana Pichardo, miembro de una comisión del Parlamento (con funciones de Gobierno reconocidas por buena parte de la comunidad internacional) que se encargará de llevar estadísticas sobre los excesos del régimen de Maduro.

Detenciones arbitrarias

«La Guardia Nacional y la Fuerza de Acciones Especiales (FAES) de la Policía Nacional han llevado a cabo detenciones arbitrarias y ejecuciones. Y han sometido a los detenidos a tratos crueles e inhumanos», afirmó Pichardo. Acosta llamó la atención sobre la situación de los menores de edad detenidos e imputados (entre los que hay un adolescente con cáncer y otro con discapacidad cognitiva) y señaló que, a diferencia de las protestas del 2017, donde los detenidos eran manifestantes, en esta oportunidad los cuerpos de seguridad realizan allanamientos masivos sin orden judicial en las barriadas y se llevan a los adolescentes.

La diputada Delsa Solórzano, presidenta de la comisión de Interior del Parlamento, pidió, como hizo Juan Guaidó, presidente de la Asamblea Nacional, que la Fuerza Armada Nacional se abstenga de reprimir las protestas contra Maduro.

«Seguiremos en la calle»

«Seguiremos en la calle, hagan un alto a la represión ya», clamó la parlamentaria, mientras la oposición se prepara para salir a manifestarse nuevamente en la jornada del miércoles en una protesta de dos horas en tantos puntos como se pueda de todo el país.

El director de la oenegé Provea, Rafael Uzcátegui, denunció hasta 35 asesinatos desde el 21 de enero e instó a los familiares de las víctimas a formalizar sus denuncias ante la Fiscalía, pese al temor a posibles represalias.

«Tenemos varias denuncias sobre documentos forenses que le entregan a los familiares de las víctimas y en los que se omite la acción de las FAES. Los familiares están siendo forzados a aceptar porque de lo contrario los amenazan con no entregar los cuerpos», indicó Uzcátegui, quien agregó que la actuación de este grupo, creado hace dos años y muy cuestionado por sus tácticas represivas, «tiene la lógica del ataque letal, tomar territorialmente un sector y dar de baja a todo lo que se le oponga».

EE.UU. da el control de las cuentas y de todos los ingresos petrolíferos al opositor Guaidó

M. GALLEGO / COLPISA

En cuestión de días, el Gobierno de EE.UU. ha reconocido a un nuevo embajador de Venezuela en Washington, ha dado el control de las cuentas bancarias del Banco Central de Venezuela al autoproclamado presidente Juan Guaidó y considera embargar el importe del crudo que Caracas envía a las refinerías en el golfo de México.

Así de rápido actúa el Gobierno de Trump, decidido a consolidar el cambio de régimen en el país sudamericano. Lo único que le ha fallado es una resolución del Consejo de Seguridad de la ONU que reconociese a la Asamblea Nacional venezolana como la única institución elegida democráticamente, lo que hubiera legitimado a Guaidó como presidente interino. Con todo, Washington no contaba con sacarla adelante, dada la oposición de Rusia y China, sino que convirtió esa sesión en un megáfono para presionar a los países que aún no lo habían hecho a reconocerlo como presidente. Israel y Australia se sumaron a la lista.

Derrocador en jefe

Washington quiere que secunden su iniciativa de redirigir las cuentas e intereses financieros de Venezuela al nuevo mandatario para dotarlo de medios económicos con los que ganarse el apoyo del pueblo venezolano, con el que la oposición intenta sacar músculo estos días. La decisión de autorizarle el uso de las cuentas bancarias no fue anunciada por el Departamento del Tesoro, sino por el senador Marco Rubio, al que el New York Times ha bautizado como ouster in chief (derrocador en jefe).

El asesor de Seguridad Nacional, John Bolton, tiene otras ideas: compartir las oportunidades de negocio que presentará el petróleo venezolano. Precisamente por la susceptibilidad que provoca, el Gobierno de Trump intenta ser cauto con el embargo del petróleo venezolano, su mejor arma para asfixiar a Maduro. La alternativa es que Guaidó logre ejercer el control sobre PDVSA, la empresa estatal propietaria de la refinería Citgo con sede en Houston (Texas).

El otro balón de oxígeno que Maduro habría perdido es el de sus reservas de oro en el Banco de Inglaterra. Ante el temor de que fueran incautadas, el gobierno de Maduro había cerrado días antes del golpe una transacción con el Deutsche Bank para transformarlas en 1.300 millones de dólares, que ya no recibirá a petición de Guaidó.