Trump acepta la propuesta de Pelosi para ofrecer el discurso anual el 5 de febrero

adriana rey NUEVA YORK / CORRESPONSAL

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Donald Trump Yuri Gripas | REUTERS

La batalla por los presupuestos condiciona el calendario de la cita más importante del curso político

29 ene 2019 . Actualizado a las 13:38 h.

El presidente de EE.UU., Donald Trump, ha aceptado finalmente la invitación de la presidenta de la Cámara de Representantes, Nancy Pelosi, para que ofrezca su discurso sobre el Estado de la Unión el próximo martes 5 de febrero.

La nueva fecha indicada por Pelosi es justo una semana después del día fijado inicialmente, este martes 29 de enero, pero la semana pasada dicha intervención tuvo que aplazarse debido al cierre administrativo que se prolongó hasta el viernes 25 de enero. «Cuando te escribí el 23 de enero dije que deberíamos trabajar juntos para encontrar una fecha común en la que programar el discurso sobre el Estado de la Unión, una vez que el gobierno abriera de nuevo», recordó la demócrata Pelosi.

En su escrito, Pelosi hizo referencia a una conversación mantenida con Trump a una hora «temprana en el día de hoy» en la que acordaron el 5 de febrero como el día en el que celebrarán este acto político ante el pleno de ambas cámaras del Congreso estadounidense. Trump respondió poco después al escrito de Pelosi aceptando la fecha propuesta.

El pasado miércoles, Trump anunció que pospondría su discurso anual sobre el Estado de la Unión hasta que finalizase el cierre parcial administrativo, algo que sucedió el pasado viernes 25. «Haré el discurso cuando termine el cierre administrativo. No busco un lugar alternativo para el discurso sobre el Estado de la Unión porque no hay lugar que pueda competir en historia, tradición e importancia con la Cámara Baja», dijo Trump en Twitter.

Su decisión llegó después de que previamente Trump informase sobre la cancelación del discurso y la búsqueda de una «alternativa» ante la negativa de la presidenta de la Cámara Baja, Nancy Pelosi, a acogerlo mientras durase el cierre administrativo. «El Estado de la Unión ha sido cancelado por Nancy Pelosi porque no quiere escuchar la verdad», afirmó entonces el mandatario. Tras aceptar el aplazamiento del discurso, Trump aseguró que Pelosi le había pedido que lo pronunciase «con el cierre administrativo», pero que «después cambió de opinión sugiriendo una fecha posterior».

Tras la sugerencia de Pelosi de aplazar el tradicional discurso que el presidente ofrece todos los años ante una sesión conjunta de las dos cámaras del Congreso, Trump replicó cancelando un viaje de la líder demócrata a Afganistán

Para pronunciar un discurso como el del estado de la Unión, tanto la Cámara de Representantes como el Senado de EE.UU. deben aprobar una resolución que permita que esto suceda. De esta manera, Pelosi se ha convertido en una parte crucial de las discusiones. Además de las dificultades generadas tras el aplazamiento de una de las citas políticas más importantes del año, el shutdown ha dejado más consecuencias que afectarán directamente al bolsillo del estadounidense. Y es que tras lograr el título del cierre parcial más largo de la historia de Estados Unidos, sus costes económicos fueron ayer desglosados por la Oficina de Presupuestos del Congreso. Así, las más de cinco semanas de parón legislativo supusieron un coste de 11.000 millones de dólares, de los cuales 3.000 no son recuperables. Por consecuencia, estas pérdidas harán que el efecto acumulado en las proyecciones de crecimiento económico para este 2019 sea un 0,02 % menor que lo anticipado, situándose ahora en una tasa interanual del 2,3 %. «El cierre frenó la actividad económica principalmente por la pérdida de la contribución de los trabajadores federales al PIB, el retraso en el gasto federal en bienes y servicios y la reducción en la demanda agregada», reveló el director de la Oficina de Presupuestos, Keith Hall. 

Negociaciones

El que esto no vuelva a ocurrir depende ahora de 17 legisladores republicanos y demócratas que desde ayer negocian una solución en Capitol Hill. La financiación de la seguridad fronteriza, los problemas de la inmigración ilegal y la promesa de Trump de levantar un muro fronterizo entre México y EE.UU. son los principales escollos a debatir. Este comité especial tiene hasta el próximo martes 15 de febrero para elaborar una propuesta que satisfaga a los diferentes líderes políticos de ambos partidos y obtenga además la firma del presidente de EE.UU. En paralelo, el magnate insistió en que no cederá y aseguró que no aceptará ninguna propuesta que baje de los 5.700 millones de dólares para el muro fronterizo. «Tengo que hacerlo bien», argumentó. La terquedad del neoyorquino no está siendo bien vista por los ciudadanos estadounidenses. Según un sondeo del The Washington Post y ABC News, más de la mitad de los encuestados no tiene ninguna confianza en las decisiones que vaya a tomar el magnate. 

Pérdida de confianza

Un 48 % de los estadounidenses aseguraron no tener confianza «en absoluto», mientras que un 16 % dijeron que solo confiaba en Trump «un poco». Un poco más de un tercio de los encuestados, el 35 %, aseguraron tener confianza en el mandatario estadounidense.

Además del papel del multimillonario, el desempeño de los legisladores también fue cuestionado por parte de los estadounidenses de los cuales un 30 % aseguraron no tener confianza «en absoluto» en los republicanos, mientras que un 29 % dijeron lo mismo de los demócratas.