¿Puede el frío polar de Estados Unidos afectar a Galicia?

ACTUALIDAD

El aire gélido favorece la formación de ciclones explosivos que podrían llegar a la comunidad en las próximas semanas

01 feb 2019 . Actualizado a las 08:05 h.

La atmósfera no tiene fronteras y, por tanto, lo que sucede al otro lado del Atlántico puede acabar afectando a Galicia. El aire frío polar que congela Estados Unidos será fuente de alimentación de futuras borrascas. «Una vez que esa zona de aire frío se ha movido de zonas polares a puntos algo más al sur quedará en el cinturón de los oestes, por lo que es previsible que se pueda mover hacia la costa este de los Estados Unidos. Nuestras borrascas toman su energía de la diferencia entre las masas de aire frío del norte y las más cálidas del sur. Al estar las frías del norte con temperaturas más bajas de lo normal aumenta el potencial de producir borrascas activas con desarrollos explosivos en esa zona, que eventualmente podrían llegar a afectar a Galicia», comenta el meteorólogo Juan Taboada. Una configuración atmósferica parecida se registró en enero del 2014. «El vórtice también se rompió a principios de año y el mes fue muy frío en Canadá y puntos de Estados Unidos, con una última entrada de aire polar a finales de enero. Después ese aire gélido se desplazó al Atlántico norte e impulsó varias borrascas explosivas hacia Galicia», apunta Taboada. Los protagonistas del invierno del 2014 fueron, entre otras, Petra, Ruth o Qumaira, ciclogénesis explosivas que llegaron una detrás de otra y que provocaron grandes destrozos y desbordaron algunos de los ríos gallegos. Que pueda repetirse un escenario parecido dependerá del anticiclón de las Azores. «Hay una posibilidad real de que lleguen borrascas muy activas durante el mes de febrero pero podría ocurrir también que el anticiclón las desvíe más hacia el norte y no lleguen a afectarnos», confiesa el físico.

Tras el intenso temporal de hoy, el sistema de altas presiones irá ascendiendo hacia el norte. Esto permitirá que Galicia recupere un tiempo algo más estable, aunque el fin de semana seguirá nevando en cotas relativamente bajas, entre los 700 y los 800 metros de altura y también se mantienen los avisos por espesores de hasta cinco centímetros. Además, los chaparrones todavía serán intensos, acompañados de granizo y tormentas y el ambiente será gélido. Pero la previsión apunta a que el anticiclón irá ganando más protagonismo. «Esto es lo que parece que va a suceder durante la semana que viene, así que para este escenario de borrascas habría en todo caso que esperar a la segunda semana de febrero», señala Taboada.