Bruselas hace descarrilar la fusión de Siemens y Alstom por dañar la competencia

Cristina Porteiro / Bruselas CORRESPONSAL / BRUSELAS

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OLIVIER HOSLET

La UE cree que la operación podría inflar los precios en el mercado ferroviario europeo

07 feb 2019 . Actualizado a las 07:54 h.

«Queremos tener dos y no un campeón global de las infraestructuras ferroviarias», explicó esta miércoles la comisaria de Competencia, Margrethe Vestager, minutos después de anunciar la prohibición de fusión entre la alemana Siemens y su rival francesa, Alstom.

Bruselas ha echado por tierra la operación después de constatar que esta maniobra podría limitar la competencia en el mercado ferroviario europeo, concretamente en la fabricación de trenes de alta velocidad (300 km/ hora) y los sistemas de señalización y protección automáticos (incluidos los instalados a bordo). La danesa ha explicado que el monopolio lo acabarían pagando los consumidores al traducirse en un aumento desproporcionado de los precios: «El impacto negativo sería claro (…) Nuestro mandato es claro. Hay un factor democrático en nuestra decisión. Tenemos que conseguir que los ciudadanos se beneficien de la competencia y prevenir una subida mayor para que la industria europea siga siendo competitiva», subrayó.

Alemania y Francia respaldaron a sus respectivas empresas para dominar el mercado Siemens y Alstom aspiraban a dominar el mercado con el respaldo de sus respectivos gobiernos. París y Berlín criticaron duramente la decisión de Vestager, sugiriendo que habría que revisar las normas de competencia europeas. «Es un error económico y político», se quejó el ministro francés de Economía, Bruno Le Maire. El galo presionó a las autoridades europeas poniendo en duda el análisis técnico de los equipos de Competencia y agitando el miedo a una supuesta incursión china: «Va a beneficiar a los intereses económicos e industriales de China», aseguró, según recoge Europa Press. París cree que la decisión torpedea el intento de convertir a ambas compañías en un gigante como el coloso chino CRRC.

Vestager no se echó atrás ante la presión política de Alemania y Francia. «Sigue habiendo otros 26 Estados miembros que tienen intereses en este mercado. Recibimos reacciones de otros actores para garantizar que los precios no aumentarían porque sería para ellos más difícil modernizar sus sistemas ferroviarios», deslizó a modo de reproche hacia las dos cancillerías europeas, preocupadas por los intereses de sus compañías. La danesa también desairó los argumentos de Le Maire sobre la amenaza china: «China, literalmente, no tiene presencia aquí (…) No hay ni una sola empresa china fabricando trenes de alta velocidad en la UE, ni perspectiva de que entren por el momento en el mercado», recordó Vestager antes de instar a ambas compañías a competir «con sus propios méritos», sin artimañas para expulsar a competidores. A pesar de que ambas firmas presentaron un paquete de remedios para poder superar la prohibición de Bruselas, la Comisión Europea considera que no aportan soluciones a largo plazo que garanticen una competencia sana en el sector. El presidente de la institución, Jean Claude Juncker, salió ayer en defensa de su equipo al asegurar que no se plegarán a ningún tipo de regateo o presión política para revertir una decisión que obligará a Siemens y Alstom a rediseñar su hoja de ruta.