Guaidó ignora la mediación del grupo de contacto y Maduro lo aplaude

PEDRO GARCÍA OTERO CARACAS / CORRESPONSAL

ACTUALIDAD

Venezolanos transportan víveres de primera necesidad comprados en suelo colombiano a través del puente Simon Bolívar
Venezolanos transportan víveres de primera necesidad comprados en suelo colombiano a través del puente Simon Bolívar RAUL ARBOLEDA | AFP

Mogherini rechaza participar en la negociación que impulsan Uruguay y México

08 feb 2019 . Actualizado a las 07:59 h.

La jefa de la diplomacia europea, Federica Mogherini, descartó desde Montevideo la participación de la UE en el diálogo promovido por México y Uruguay sobre la crisis de Venezuela y aclaró que el objetivo del grupo internacional de contacto no es «establecer una negociación o intermediación (…) pero creemos que el acompañamiento de una salida democrática es importante (…) a través de unas elecciones presidenciales libres, transparentes y creíbles (...) Es perentorio evitar la violencia interna y la intervención externa».

El miércoles, el presidente uruguayo, Tabaré Vázquez, firmó con el canciller mexicano, Marcelo Ebrard, la creación del «mecanismo de Montevideo», que tiene cuatro puntos, siendo el primero de ellos el establecimiento de «canales de comunicación entre las partes».

«La mayor disyuntiva que tiene planteada Venezuela es la paz o la guerra, por eso nuestro llamado a la serenidad a las partes», dijo Vázquez en su reunión con Mogherini, que calificó el encuentro del grupo de contacto como un esfuerzo «para identificar puntos de encuentro y acciones que coadyuven a la búsqueda de un acuerdo político» entre las partes en la crisis.

El jefe de Estado venezolano, Nicolás Maduro, saludó rápidamente «el establecimiento de un mecanismo de diálogo político», pero el presidente interino designado por la Asamblea Nacional venezolana, el diputado Juan Guaidó, lo descartó de plano en una entrevista publicada por un diario uruguayo este jueves. «Las fuerzas democráticas venezolanas ya hemos participado en esfuerzos de diálogo, públicos y privados, directos y con mediación internacional (…) y el resultado siempre ha sido el mismo: el incremento del autoritarismo del régimen y de la represión», dijo Guaidó.

El líder opositor también pidió al papa Francisco (que se ofreció como mediador en un diálogo) ayuda para «conseguir el fin de la usurpación» de Maduro y llevar a Venezuela a unas elecciones verdaderamente libres».

Continúa el bloqueo de la frontera para el traslado de ayuda humanitaria, aunque el secretario de Exteriores de Puerto Rico, Luis Marín, anunció que un avión con un primer cargamento desde la isla caribeña logró aterrizar en Venezuela.

Otra denuncia de golpe

El ministro de Comunicación del régimen de Maduro, Jorge Rodríguez, anunció que con la detención de Osvaldo García, un coronel de la Guardia Nacional al que el Ejecutivo consideraba su «enemigo número uno», se logró desmontar un supuesto golpe de Estado que el militar (que regresó del exilio para entregarse por las torturas que sufrían varios de sus familiares detenidos) había fraguado para el 27 de enero.

Rodríguez atribuyó al diputado en el exilio Julio Borges como «cerebro» de la conjura. Borges fue acusado también por Maduro de ser el autor intelectual de un supuesto atentado con drones.

«No estamos bien, presidente. Estamos muy mal»

J. RESTREPO Cúcuta / AfP

Yajaira González llora con la esperanza de que su petición se escuche en Caracas. Otrora chavista, esta migrante suplica al Gobierno de Maduro que deje entrar la ayuda humanitaria de Estados Unidos para atender el desabastecimiento de alimentos y medicinas en Venezuela. Como esta sexagenaria, son cientos los venezolanos que desde la frontera con Colombia instan a Caracas a dejar ingresar las ayudas.

«No es como usted dice que estamos bien. No estamos bien, presidente. Estamos mal», explica esta mujer canosa a quien la profunda crisis económica de su país obligó a huir desde el estado Anzoátegui al municipio colombiano de Villa del Rosario.

A metros de ella están las bodegas dispuestas por Bogotá para recibir los medicamentos, los kits de aseo y la comida no perecedera financiados por el Gobierno de Donald Trump, que también se enviarán desde Brasil y una isla caribeña por definir.

Alrededor de 35.000 personas siguen usando a diario el viejo puente Simón Bolívar que une Colombia y Venezuela. Por allí la ingeniera Dajelys López empuja el coche que transporta a su bebé recién nacido con la esperanza de encontrar en Cúcuta lo que escasea en su patria.

Arrastra el dolor de ver a sus cercanos sufrir por un severo desabastecimiento que disparó la migración, calculada en 2,3 millones de personas desde el 2015, según la ONU. «Ayer se murió un amigo porque le dio una parálisis y no tenía medicamentos para afrontarlo». La ayuda «me parece excelente», sostiene.

Papel del Ejército

Las autoridades venezolanas han sido enfáticas en que no permitirán el paso de la ayuda, mientras que Guaidó llama a los militares a que en un acto de «humanidad» la dejen pasar. Los expertos coinciden en que la situación probará la unidad de mando de la Fuerza Armada, bastión de Maduro. «Ellos tienen una responsabilidad importante, si seguir de lado de una dictadura o ponerse del lado de la Constitución», dijo Guaidó

Con el anuncio de que las donaciones serán solo para los residentes en Venezuela, los migrantes acuden a los refugios dispuestos por Colombia. «Yo fui chavista, ¡yo fui chavista!, pero quiero que entregue la presidencia para que los venezolanos vivamos tranquilos», afirma la canosa González, de 64 años, a punto de estallar en un profundo llanto.