Duros combates en el asalto al último reducto del califato

La Voz REDACCIÓN / LA VOZ

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La ministra de Defensa francesa, Florence Parly, estuvo con los soldados galos que apoyan a los kurdos en la ofensiva en Siria
La ministra de Defensa francesa, Florence Parly, estuvo con los soldados galos que apoyan a los kurdos en la ofensiva en Siria DAPHNE BENOIT | AFP

La avanzada final debería eliminar las últimas resistencias de los yihadistas en cuestión de días, según las estimaciones de las Fuerzas Democráticas de Siria

11 feb 2019 . Actualizado a las 08:06 h.

La alianza kurdo-árabe libraba este domingo «duros combates» en el asalto final a los yihadistas del Estado Islámico (EI), acorralados en su último reducto en el este de Siria, en la provincia de Deir al Zur, fronteriza con Irak. «Hay duros combates. Hemos lanzado un asalto [a las posiciones de los yihadistas] y estamos avanzando», dijo a la AFP un comandante de las Fuerzas Democráticas Sirias (FDS). Según la oenegé Observatorio Sirio para los Derechos Humanos, los kurdos cuentan con apoyo aéreo de la coalición que lidera EE.UU. A pocos kilómetros de la frontera, en Al Qaim (Irak) se parapetan fuerzas especiales francesas, que recibieron la visita de su ministra de Defensa, Florence Parly.

Cuestión de días

El portavoz de las FDS, Mustafá Bali, estima que la avanzada final debería eliminar las últimas resistencias de los yihadistas en cuestión de días. Bali estima que el número de combatientes yihadistas pueda ascender a unos 600, en su mayoría extranjeros. Desde que los combates se intensificaron, más de 37.000 personas, en su mayoría mujeres e hijos de los hombres del califato, abandonaron la zona hacia territorios bajo control de las FDS. Este número incluye a unas 3.400 personas que fueron interceptadas por los kurdos bajo sospecha de tratarse de terroristas que buscaban infiltrarse entre los civiles para escapar del cerco. Los detenidos extranjeros piden ser enviados de retorno a sus países, aunque los gobiernos en cuestión no se muestran tan abiertos a esa idea.

Pero si no son enviados de vuelta a sus países, esos detenidos podrían enfrentar su destino en Irak, donde según Human Rights Watch, estarán sujetos a «tortura y procesos injustos».