Sánchez justifica ya un previsible adelanto electoral

La Voz REDACCIÓN

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JUAN MEDINA | REUTERS

Anuncia que la España moderada y progresista «dará un paso adelante» frente a la derecha y los independentistas, a los que acusa de querer lo mismo, «una España enfrentada a sí misma»

16 mar 2019 . Actualizado a las 16:35 h.

Pedro Sánchez prepara el terreno para convocar elecciones generales la próxima semana. El lunes lo filtró a la agencia Efe. Este martes, expuso públicamente los argumentos en Twitter. Y lo hizo solo unas horas antes del inicio del trascendental debate de las enmiendas a la totalidad de los Presupuestos del Estado, del que depende el futuro inmediato de España.

Ante la previsible intransigencia de los independentistas de condicionar su apoyo a las cuentas a que el Gobierno acepte debatir el derecho de autodeterminación, y la ya sabida decisión del PP y de Ciudadanos de rechazar el proyecto presupuestario, Pedro Sánchez los junta en el mismo saco y escribe: «Tras 7 años de injusticia social, las derechas y el independentismo votarán en contra de unos PGE sociales. Ambos quieren lo mismo: una Cataluña enfrentada a sí misma y una España enfrentada a sí misma». En contraste, defiende la posición de los socialistas de favor de «una Cataluña en convivencia para una España unida».

Definidos los bandos, el presidente del Gobierno apela directamente a la «España cabal, moderada y progresista», a la que insta a «dar un paso adelante». Y concluye su hilo de Twitter con un contundente «dará un paso adelante», que es la más evidente expresión de la intención de Sánchez de adelantar las elecciones al próximo mes de abril, previsiblemente el día 14, aunque la fecha no está cerrada del todo y baraja como alternativa el día 28 de ese mismo mes, apenas un mes antes que las elecciones municipales, autonómicas en las comunidades de régimen común y europeas. 

Sánchez se retrotrae a la moción de censura con la que llegó al Gobierno y que califica de «cambio de época». Una nueva etapa que, en su argumentación, culminaría con el proyecto de Presupuestos que envió a las Cortes el pasado mes de enero y que, dice, «apuestan por la modernización de nuestra economía, la reconstrucción del Estado del bienestar y la reducción del déficit público; con un objetivo central: las personas». Pero ya da por supuesto que este miércoles serán rechazados por el Congreso, como asumió la propia ministra que los defendió en la Cámara Baja en la apertura del debate de las enmiendas a la totalidad.

El presidente se distancia también claramente de los independentistas al tiempo que justifica su apuesta por el diálogo, que ha sido duramente criticada por el PP y por Ciudadanos. «Dentro de la Constitución, el PSOE propuso una comisión de política territorial en el Congreso y una Mesa de partidos catalanes en el Parlament. Las derechas nunca participaron. El independentismo nunca creyó en ellas. Viven mejor en la confrontación. Tienen miedo al diálogo», argumenta en su intento de marcar un territorio propio de cara a la confrontación electoral que se avecina si, como parece, este miércoles es rechazado el proyecto de Presupuestos del Estado.