El Parlamento humilla a May y le inflige su tercera derrota por el «brexit»

RITA Á. TUDELA / I. Gurruchaga LONDRES / E. LA VOZ / COLPISA

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May se encuentra cada vez con menos apoyos
May se encuentra cada vez con menos apoyos TOLGA AKMEN | AFP

Laboristas y conservadores tejen una alianza para controlar el divorcio en Westminster

15 feb 2019 . Actualizado a las 07:59 h.

Westminster se ha convertido en un gran engaño. Los dos grandes partidos británicos parecen conjurados para humillar una votación tras otra a Theresa May mientras la fecha del brexit, 29 de marzo, se aproxima de forma inexorable sin que haya avances en la forma de acometer el divorcio.

Ayer, el Parlamento británico le propinó su tercera derrota a May a cuenta de sus planes, o a la falta de ellos, para el brexit. «Humillada», titularon los tabloides la debacle de May y sus bandazos tras perder por 45 votos su moción, que no era más que un intento de seguir ganando tiempo tras otro duro correctivo en Westminster.

El laborista Hilary Benn dijo que está convencido de que Theresa May no contempla abandonar la UE sin acuerdo. Cree que la primera ministra mantiene esa posición en público por su empeño en integrar a los recalcitrantes brexiters anidados en su grupo parlamentario y en mantener la ficción de que para negociar con la UE debe amenazar con una salida abrupta, en la que, según Benn, nadie cree ni en Bruselas ni en Londres.

El veterano conservador Oliver Letwin mostró su acuerdo con Benn para iniciar una intervención en la que partía de un presupuesto contrario: que May está tan atrapada en su intento de preservar la unidad de los conservadores que está dispuesta a esperar a la reunión del Consejo Europeo del 21 de marzo y, tras confirmar que no ha obtenido nada sustancial, someter de nuevo su acuerdo de salida al voto del Parlamento.

Arrebatar el mando

Para evitar el riesgo de una salida sin acuerdo accidental, Letwin respalda junto a la laborista Yvette Cooper y otros una propuesta de que la Cámara de los Comunes vote, el 27 de febrero, en favor de someter a votación, un día después, un proyecto de ley que obligaría al Gobierno a pedir un aplazamiento de la salida de la UE, si May no logra un acuerdo con la UE antes del 13 de marzo. Esa alianza de diputados de varios partidos quiere hacer algo sin precedentes en la historia británica. El Parlamento arrebataría al Gobierno el poder de legislar y asumiría sus funciones para dirigir el país. Ocurrió en una jornada en la que una moción del Gobierno apoyando la negociación de May y dos enmiendas fueron derrotadas y donde la primera ministra tuvo que anunciar la publicación del estudio de impacto económico del brexit en la economía británica para evitar otro correctivo parlamentario.

Ayer se supo que la incertidumbre del brexit es responsable de la caída del 2 % del PIB británico desde el referendo de junio del 2016, según indicó Gertjan Vlieghe, miembro del Comité de Política Monetaria del Banco de Inglaterra. Vlieghe calcula que la economía británica ha perdido 80.000 millones de libras (90.680 millones de euros).

Aumenta el descontento entre los laboristas por la negativa de Corbyn a otro referendo Y esos datos aterran a todos los actores políticos. Especialmente a los laboristas proeuropeos, hartos de la falta de valentía de su líder, Jeremy Corbyn, para levantar la bandera de un segundo referendo. Ayer, más de cuarenta diputados de la oposición exhibieron de forma clara ese rechazo y votaron a favor de una enmienda de los independentistas escoceses y en contra de los postulados de su teórico líder.