El adelanto electoral quiebra el consenso político para la reforma de las pensiones

Gabriel Lemos REDACCIÓN / LA VOZ

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El bloqueo de PP y Podemos aplaza el acuerdo del Pacto de Toledo a la próxima legislatura

19 feb 2019 . Actualizado a las 21:04 h.

No hay acuerdo político que resista la prueba de estrés de una campaña electoral. Ni aunque el asunto que esté sobre la mesa sea uno de los que más preocupan a la sociedad española, como es el futuro de las pensiones. Se escenificó este martes con el portazo que PP y Unidos Podemos dieron en la Comisión del Pacto de Toledo, en la que tras meses de debate los grupos parlamentarios buscaban cerrar sobre la campana un documento de consenso con las 21 recomendaciones que, según los diputados, permitirían garantizar la sostenibilidad del sistema en los próximos años. Los plazos eran ajustados, pero viables. La intención de la mesa de la comisión, que preside la exministra Celia Villalobos, pasaba por celebrar este jueves un último debate de sus recomendaciones para, ya acordadas, elevarlas al pleno de la próxima semana, el último de la legislatura.

Pero el acuerdo se frustró antes incluso de entrar en la sala. Pese a todo el trabajo previo, el portavoz del PP en el Pacto de Toledo, Gerardo Camps, advirtió que el texto «no está suficientemente maduro» y que, dado que ya se ha anunciado la fecha de las elecciones, deben ser los diputados de la próxima legislatura los que le pongan el broche, por una cuestión de «respeto democrático». No debía ser una postura unánime en su grupo, puesto que Villalobos abandonó la comisión dando un portazo y con una frase rotunda: «Estoy triste, triste y jodida».

Si los populares ya llegaban con reparos, lo que acabó de dinamitar el pacto fue el cambio de postura de Unidos Podemos, que anunció por sorpresa una enmienda a la totalidad del documento, al asegurar que si el resto de los grupos seguían adelante presentaría votos particulares a 20 de las 21 recomendaciones que estaban sobre la mesa, cuando previamente solo habían manifestado sus reservas a cuatro de ellas. Para Aina Vidal, portavoz de la formación morada en la comisión, al borrador le faltaba aún «mucha discusión», y no se podía elevar a pleno «porque hay recomendaciones importantes que aún están abiertas y cuestiones de fondo que no están acordadas». Podemos no solo quiso escenificar la ruptura, sino que certificó la muerte del Pacto de Toledo en esta legislatura al negarse a celebrar nuevas reuniones en los próximos días: «Sería un circo, hasta aquí hemos llegado», zanjó Vidal.

Críticas de sus socios

Una posición que sorprendió a los socios de la moción de censura, desde el PSOE a los nacionalistas de PNV y PDECat, que sí consideraban que el texto estaba ya lo suficientemente maduro como para poder elevar unas recomendaciones «de consenso y constructivas», como defendió la socialista Mercè Perea. «Podemos se lo ha puesto en bandeja al PP», se lamentó Carles Campuzano, portavoz de los exconvergentes. Hasta en Compromís, uno de los partidos que concurrieron aliados con el partido de Pablo Iglesias a las generales, les enmendaron la plana a los morados: «Cuando un partido político que se dice del cambio viene y rompe en el Pacto de Toledo, sin ningún tipo de argumentación, porque le da la gana, no se entiende», criticó su portavoz, Ignasi Candela.

Enterrado el Pacto de Toledo en esta legislatura, la duda es ahora si los consensos negociados en los últimos meses se mantendrán cuando se formen las nuevas Cortes. El PP, de momento, ya anunció que exigirá incorporar en el futuro texto un nuevo factor de sostenibilidad, algo que no estaba sobre la mesa.

Las propuestas que quedan en el aire: del impuesto al robot a la ampliación del período de cálculo

El portazo a la comisión del Pacto de Toledo deja en un limbo las 21 recomendaciones que se habían consensuado en estos casi dos años de trabajo parlamentario y que, de no ser por el adelanto electoral, podrían haber visto la luz antes del fin de la legislatura. Estas son las principales:

Revalorización

Blindar la subida con el IPC. La propuesta pasaba por vincular de nuevo la subida de las pensiones a la inflación, tomando el dato medio del año anterior.

 Edad de retiro

Acercar la legal a la efectiva. Para ello se abogaba por endurecer los requisitos para acceder a la jubilación anticipada.

Déficit del sistema

Equilibrio en el 2025. Los partidos querían cerrar el agujero presupuestario de la Seguridad Social antes del 2025, acabando con la política de préstamos del Estado. A cambio, este se comprometería a sufragar gastos impropios del sistema, como las bonificaciones a la contratación, las prestaciones de maternidad o paternidad o los complementos a mínimos.

Suficiencia

Ligar la pensión al salario medio de los trabajadores. Para garantizar la suficiencia de las pensiones, se habilitaría un mecanismo que relacione la pensión media del sistema con el salario promedio de los cotizantes.

Nuevos ingresos

Gravar los robots. Conscientes de que la revolución tecnológica puede provocar un crecimiento económico que no se traduzca en más empleo, se buscarán «mecanismos innovadores» para financiar la Seguridad Social.