Indignación por la orden del Gobierno de grabar a los niños cantando el himno

Miguel Piñeiro Rodríguez
Miguel Piñeiro BRASILIA / CORRESPONSAL

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SERGIO LIMA | AFP

El ministro de Educación pretendía que los escolares gritasen el eslogan de campaña de Bolsonaro

27 feb 2019 . Actualizado a las 08:03 h.

El nuevo ministro de Educación de Brasil, Ricardo Vélez Rodríguez, ha tenido que rectificar la primera medida de su mandato después de un torrente de críticas que van desde la protección de los derechos de imagen de los niños a su uso con fines políticos. Un documento distribuido el lunes por el ministerio a colegios de todo el país pedía que, para «saludar al Brasil de los nuevos tiempos», los alumnos se cuadrasen ante la bandera nacional, cantasen el himno, los profesores lo grabasen para enviarlo al ministerio y, como guinda, gritasen «Brasil por encima de todo, Dios por encima de todos», el eslogan de campaña del ahora presidente, Jair Bolsonaro.

Vélez matizó la medida. «Me di cuenta de mi error. Mandé retirar esa frase [el eslogan de Bolsonaro] y la petición de grabar sin permiso de los padres», escribió. Por una ley de 1971 matizada bajo el Gobierno de Lula da Silva en el 2009, es obligatorio interpretar el himno brasileño al menos una vez por semana en las escuelas primaria y secundaria. Son los otros aspectos del mensaje los que pusieron el grito en el cielo de instituciones educativas y responsables de los diferentes estados. El Conselho Nacional de Secretarios de Educação asegura que «el ambiente escolar debe quedar inmune a cualquier tipo de injerencia política». El estado de Pernambuco se apresuró a decir que no iba a aplicar la medida.

Del ala más conservadora

Ricardo Vélez forma, junto a la titular de la Mujer, Familia y Derechos Humanos, Damares Alves, y el de Exteriores, Ernesto Araújo, el ala más conservadora del Gobierno. El ministro de origen colombiano, al igual que sus otros dos colegas, fueron propuestos al presidente por el controvertido gurú, astrólogo y articulista Olavo de Carvalho, guía ideológico e intelectual del Gobierno. El trío es parte clave del «rearme moral y ético» que busca Bolsonaro.

El nombramiento de Vélez fue protestado por sectores educativos por poco cualificado. Hace dos semanas, el Tribunal Supremo le abrió expediente por decir que los brasileños en el extranjero «se comportan como caníbales».