El CIS de febrero catapulta al PSOE y devuelve al PP al segundo puesto

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El barómetro atribuye a los socialistas una intención directa de voto del 33,3 %, casi el doble que los de Casado. Ciudadanos es tercera, Podemos cuarta y Vox roza el 6 %, por debajo de la anterior encuesta

28 feb 2019 . Actualizado a las 18:31 h.

A menos de dos meses de las elecciones generales del 28 de abril, la entrega de febrero del últimamente controvertido barómetro del CIS pronostica, una vez más, que el PSOE será primera fuerza. El sondeo da a los socialistas el 33,3% de intención directa de voto, el doble que el PP de Pablo Casado (16,7%). Los populares vuelven a ser segundos tras caer a la cuarta posición en enero. Adelantan a Ciudadanos, que logran el 15,3 % y a Unidos Podemos y sus confluencias, que suman el 14,5 %.

Es el primer sondeo del CIS desde que Pedro Sánchez anunció el precipitado fin de la legislatura el 15 de febrero y la convocatoria de elecciones generales, pero fue realizado antes (del 1 al 10 de febrero). Desde entonces encuestas como la elaborada por Sondaxe publicada por La Voz el 24 de febrero pintaron un panorama electoral en el que gana el PSOE, se hunden el PP y Podemos, Ciudadanos no crece de forma significativa y Vox irrumpe hasta poder alcanzar la tercera posición y causando una convulsión en el centro derecha. Los pronósticos también coinciden en señalar un escenario postelectoral sin claras mayorías que puede provocar un nuevo bloqueo político en España. 

Made with Flourish

El CIS de enero, el último realizado antes de la convocatoria electoral, auguró un cataclismo para el PP. El sondeo preveía una clara victoria del PSOE y situaba a los populares como cuarta fuerza, por detrás de C'S y Unidos Podemos, y solo ocho puntos por delante de Vox. 

La polémica persigue al CIS

La controversia persigue al Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS) desde que José Félix Tezanos fue nombrado presidente por Pedro Sánchez. ¿La razón? Sus cuestionados métodos para hacer pronósticos electorales. 

La oposición ha criticado de forma recurrente unos sondeos que, según su criterio, tienen un sesgo favorable al PSOE, a cuya ejecutiva federal pertenecía Tezanos hasta hacerse cargo del centro demoscópico. 

La llegada de Tezanos a la presidencia del CIS en julio supuso, fundamentalmente, dos cambios cruciales en los barómetros: la supresión de la denominada «cocina» con la eliminación del recuerdo de voto de la ecuación y la publicación mensual del interés político, como venía haciéndose antes de la llegada de José María Aznar a la Moncloa. En diciembre, tras el fracaso de su estudio sobre las elecciones andaluzas volvió a cambiar de método y se limitó a reflejar el dato de intención directa de voto, lo que provocó nuevas críticas y escepticismo.