Vox en la Eurocámara: «Sin la batalla de Lepanto y sin Carlos V todas las señoras de esta sala vestirían burka»

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El partido asume todas las tesis de la ultraderecha europea y carga contra el Islam

07 mar 2019 . Actualizado a las 14:21 h.

Cataluña como excusa y el Parlamento Europeo como escenario para propagar el odio. Es el paisaje que ha dejado Vox esta tarde a su paso por la Eurocámara. Hasta allí acudieron miembros del partido ultraderechista español, invitados por los eurófobos polacos del PiS. El conflicto catalán sirvió de telón de fondo para que la formación expusiese su visión de España y la UE a sus potenciales socios europeos.

Una docena de activistas recibieron a su secretario general, Javier Ortega Smith, con una pancarta con el lema «nuestros derechos no son negociables», un gesto que despreció el español durante su intervención asegurando que «sin la batalla de Lepanto y sin Carlos V todas las señoras de esta sala vestirían burka». Vox abrazó el ultracatolicismo y las tesis anti islámicas de los partidos más derechistas de Europa evocando los tiempos de la Reconquista y agitando el miedo a una supuesta «invasión» de migrantes musulmanes que Bruselas se encargó hoy mismo de negar con cifras, tachando este argumento de «falso».

A dos días del Día Internacional de la Mujer, Smith guardó munición contra los movimientos feministas, a los que se refirió de forma despectiva: «Nosotros preferimos llamarles feminazis», declaró, poniendo en valor su programa, el cual promueve la restricción de derechos como el aborto y ensalza el rol tradicional de la mujer.

Varios parlamentarios protestan contra la asistencia del secretario general de VOX Javier Ortega Smith a una conferencia sobre la unidad de España en el Parlamento Europeo en Bruselas
Varios parlamentarios protestan contra la asistencia del secretario general de VOX Javier Ortega Smith a una conferencia sobre la unidad de España en el Parlamento Europeo en Bruselas OLIVIER HOSLET | Efe

A la hora de articular un plan político para la UE, la formación se limitó a echar mano del manual de partidos como xenófobo PVV holandés de Geert Wilders o el ultraderechista Reagrupación Nacional, de Marine Le Pen. Un hecho que le reprochan sus rivales políticos que ayer señalaron el «tufillo autoritarista» que desprenden los líderes de la formación. La sugerencia levantó de sus asientos a los invitados de la formación ultra, quienes profirieron gritos y trataron de acallar con aplausos las críticas del eurodiputado independentista flamenco, Mark Demesmaeker, quien les acusó de «luchar contra la diversidad».

La eurodiputada del BNG, Ana Miranda, cargó contra la decisión del Parlamento Europeo de abrir sus puertas a un partido sin representación parlamentaria «xenófobo, racista, homófobo y que incita al odio». La nacionalista exigió a su presidente, Antonio Tajani, explicaciones detalladas de por qué aplicó un «doble rasero» a la hora de prohibir la conferencia del ex presidente catalán, Carles Puigdemont, y permitir la de Vox. «Es un deshonor y una vergüenza para esta cámara. Se está alentando el fascismo», deslizó al comienzo de la charla.