Los decretos leyes de Sánchez llevan al límite el reglamento del Congreso

Francisco Balado Fontenla
Fran Balado MADRID / LA VOZ

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J.L. Cereijido | efe

C's torpedea la ampliación de los días de paternidad al dudar de constitucionalidad

14 mar 2019 . Actualizado a las 12:28 h.

«No se puede gobernar como a uno le sale de los decretos». El presidente del PP, Pablo Casado, volvió a denunciar los «viernes sociales» con los que Sánchez continúa haciendo campaña desde la Moncloa y avanza que presentará recurso ante el Constitucional. La estrategia del jefe del Ejecutivo de impulsar decretos leyes con las Cortes disueltas está obligando a hacer horas extras a los letrados del Congreso, que resuelven sobre dudas en un terreno hasta ahora muy poco explorado.

La Mesa de la Diputación Permanente, el órgano que sustituye al Pleno entre legislaturas, mantuvo este miércoles una reunión para conocer el informe redactado por el grupo de expertos en el reglamento de la Cámara mediante el cual se abre la puerta a que los decretos presentados por el Ejecutivo puedan tramitarse como proyectos de ley, lo que significa que los grupos podrán modificar sus contenidos a través de las correspondientes enmiendas a la totalidad, siempre y cuando logren articularse mayorías para ello.

Uno de los decretos que se encuentran a la espera de ser convalidados o rechazados es el que regula la ampliación del permiso de paternidad. De momento ni siquiera pudo ser calificado por la Mesa, un paso previo imprescindible, debido a las dudas planteadas por Ciudadanos sobre su constitucionalidad. La formación naranja ha solicitado un nuevo informe al entender que puede verse afectada una Ley Orgánica. Este se hará público este jueves a las 11.00, cuando está prevista una nueva reunión de la Mesa de la Diputación Permanente. Fuentes parlamentarias avanzan que «en un primer vistazo», los letrados ya casi han descartado que sea anticonstitucional, porque afecta a una parte que no concierne a la Carta Magna.

Un embrollo jurídico

Lo cierto es que la Cámara, en cuadro por su disolución, se encuentra inmersa en un embrollo jurídico. El secretario general del Grupo Socialista en el Congreso, Rafael Simancas, acusó al PP y a Ciudadanos de estar «rayando el delito»: «Como ya no pueden frenar las iniciativas del PSOE o del Gobierno con el veto presupuestario o con la ampliación sucesiva de los plazos de enmiendas, ahora utilizan otras artes y herramientas tramposas, fraudulentas y que rayan el delito», denunció.

El fallo de la Junta Electoral del lunes rechazando las denuncias de las principales fuerzas de la oposición por un uso partidario de Moncloa no ha hecho más que reforzar la tesis de Sánchez, que continúa decidido a emplear los superpoderes que le conceden la presidencia del Gobierno para impulsar su campaña y que van mucho más allá del BOE, de las ruedas de prensa de los viernes tras el Consejo de Ministros o de la influencia sobre los medios de comunicación públicos. Así lo avanzó recientemente la portavoz del PSOE en el Congreso, Adriana Lastra, al garantizar que los «viernes sociales» irán dejando paso a «semanas sociales» a medida que se vaya acercando la fecha de los comicios.

Un «dopaje» denunciado por Pastor

La presidenta del Congreso, Ana Pastor, calificó recientemente como «dopaje» la instrumentalización por parte del presidente del Gobierno de la Moncloa en período electoral, mostrando su sorpresa por una estrategia sin precedentes con las Cámaras disueltas.

Prueba de que los nervios están a flor de piel fue que la portavoz del PSOE en el Congreso, Adriana Lastra, le respondió de inmediato, tachándola de «hooligan», poniendo en duda la supuesta neutralidad que se espera de la presidenta de la Cámara Baja. Ayer Pastor fue cuestionada a la conclusión de la Mesa de la Diputación Permanente sobre si entendía que el comportamiento del Gobierno estaba siendo el adecuado, pero vista la polvareda que se levantó la última ocasión, esta vez rechazó entrar en polémicas y escogió una salida digna de su amigo Mariano Rajoy: «Yo aquí solo hablo de lo que pasa en Pontevedra».