El Parlamento británico acepta pedir una prórroga al divorcio de la UE

Rita Álvarez Tudela LONDRES / CORRESPONSAL

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Manifestantes «antibrexit» se manifiestan en el exterior del Parlamento británico
Manifestantes «antibrexit» se manifiestan en el exterior del Parlamento británico ANDY RAIN | EFE

May volverá a llevar su texto a la Cámara para tratar de evitar un aplazamiento largo

15 mar 2019 . Actualizado a las 08:06 h.

Los diputados británicos llegaron finalmente este jueves el consenso y votaron por una mayoría de 210 la moción del Gobierno para extender el artículo 50 y retrasar así la fecha de aplicación del brexit, si bien Theresa May quiere antes que se vuelva a votar el acuerdo por tercera vez, previsiblemente el próximo martes.

La moción aprobada decreta que el Gobierno buscará un acuerdo con la UE para la extensión del artículo 50 del Tratado de Lisboa más allá del 29 de marzo, tras ganar por 412 votos a favor y 202 en contra, en un indicador significativo de la pérdida de control de la líder conservadora.

La moción expone que si se aprueba un acuerdo del brexit antes del 20 de marzo, se aplicaría una extensión técnica breve hasta el 30 de junio; de lo contrario, implicaría un período más largo y Reino Unido participaría paradójicamente en las elecciones europeas de mayo.

La primera ministra apuesta por una extensión de solo tres meses, si los diputados finalmente respaldan su acuerdo de retirada en una votación la próxima semana, pero muchos dudan de que, pese a la insistencia, vaya a conseguirlo, tras haber fracasado estrepitosamente el pasado 15 de enero y el 12 de marzo.

Si el acuerdo del Gobierno vuelve a ser descartado, la Cámara de los Comunes tendrá «dos semanas» tras la cumbre europea para votar sobre diferentes opciones a fin de definir la hoja de ruta, según explicó el ministro del Gabinete, David Lidington.

Por tercer día consecutivo, los diputados dieron sus directrices sobre el rumbo que debe tomar la salida de Londres de la Unión Europea, opción que ganó en el referendo del 2016, si bien se trata de consultas no vinculantes y la primera ministra no está forzada a seguir el resultado.

La de este jueves no fue una votación fácil, y de hecho, May vivió momentos de mucho nerviosismo, sobre todo cuando los diputados estuvieron a punto de tomar el control del proceso del brexit, si bien finalmente se quedaron a las puertas por solo dos votos, 312 frente a 314, y perdieron así la oportunidad de dar aire fresco a las estancadas y largas negociaciones entre Bruselas y Londres.

Los diputados rechazaron de forma rotunda la enmienda laborista que pedía un segundo referendo en la que fue la primera ocasión en que se les pidió pronunciarse sobre el asunto, así como la ampliación del artículo 50 para dar tiempo a lograr un consenso entre los diputados a la hora de conseguir un plan alternativo al del Gobierno. Tras acabar la votación, el líder laborista, Jeremy Corbyn, reiteró su apoyo a un nuevo referendo «como una opción realista para romper con el actual punto muerto».