El expresidente Temer, a prisión por el mismo caso de corrupción que Lula da Silva

Miguel Piñeiro Rodríguez
Miguel Piñeiro BRASILIA / CORRESPONSAL

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Temer está siendo investigado en el marco de uno de los casos por los que ha sido condenado Lula da Silva
Temer está siendo investigado en el marco de uno de los casos por los que ha sido condenado Lula da Silva ALEJANDRO PAGNI | AFP

La Justicia investiga una red de cobro de sobornos a cambio de contratos públicos

21 mar 2019 . Actualizado a las 05:01 h.

Michel Temer tenía el dudoso honor de ser el primer presidente de la historia de Brasil en ser denunciado por corrupción en pleno mandato. Desde este jueves, ostenta la distinción de ser el segundo expresidente encarcelado, junto a Lula da Silva. Ambos por casos vinculados a la operación Lava Jato, la macrocausa contra la corrupción que justo ahora cumple cinco años.

Temer, el mandatario más impopular de la historia del país, fue detenido este jueves en su casa de São Paulo acusado por el juez Marcelo Bretas de liderar una organización criminal que negoció sobornos para adjudicarse las obras de una planta nuclear en Río de Janeiro. La investigación se basa en el testimonio del dueño de una empresa al que se le pidieron unos 250.000 euros en la época en la que Temer aún era vicepresidente de Dilma Rousseff. En total, la investigación estima que la trama llegó a mover unos 400 millones de euros. Además de Temer, también fue arrestado su exministro de Minas y Energía Moreira Franco. Y hay mandatos de detención contra otras ocho personas, entre ellos el coronel retirado Jõao Baptista Lima, colaborador íntimo del expresidente, turbia figura política y supuesto conseguidor en la trama.

Durante sus dos años de presidencia, Temer ya esquivó el banquillo dos veces gracias a que un Parlamento debidamente engrasado con contrapartidas económicas así lo quiso. Considerado el gran error del PT de Lula, por su designación como vicepresidente por parte de una debilitada Rousseff, sobre Temer, de 78 años, pesan otras cinco investigaciones por corrupción, la mayoría para lograr fondos para su partido, el refundado Movimiento Democrático Brasileño. Ninguna más grave que la que investiga la grabación en la que se oye a Temer pedir comprar el silencio de Eduardo Cunha, detenido por corrupción y uno de los cabecillas del impeachment de Rousseff que elevó a Temer a la presidencia.