Theresa May reúne a su gabinete para intentar frenar el complot para echarla

Rita álvarez Tudela LONDRES / CORRESPONSAL

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POOL| Reuters

Los dos favoritos a sucederla le expresan su apoyo y descartan maniobras contra ella

25 mar 2019 . Actualizado a las 07:57 h.

Theresa May organizó este domingo una reunión de emergencia con sus principales ministros y diputados en su residencia de Chequers para dar respuesta a una serie de informes aparecidos en la prensa británica, que apuntaban a un complot de once de sus ministros para obligarla a abandonar Downing Street en los próximos días.

La primera ministra está bajo una intensa presión para que diga su fecha de partida y que con ella se consiga un impulso para ganar el respaldo de los Comunes a su propuesta y evitar una salida de la Unión Europea sin acuerdo. Algunos partidarios del brexit afirman que sería más probable que votasen a favor del texto si supieran que May no estará a cargo de la segunda fase de las negociaciones que comienzan inmediatamente después del divorcio formal.

La primera ministra decidió reunir al grupo para poner fin a una nueva crisis del brexit e intentar mantener el poder. A ella acudieron pesos pesados de su círculo, como su adjunto, David Lidington; el ministro de Medio Ambiente, Michael Gove; y el responsable del brexit, Stephen Barclay. Pero también hubo hueco para los conservadores favorables al brexit, como Boris Johnson, Dominic Raab, Iain Duncan Smith y Jacob Rees-Mogg.

Precisamente el exministro Duncan Smith afirmó que reemplazar a la primera ministra solo serviría para que el Reino Unido se convirtiese en «el hazmerreír de todo el mundo». Y arremetió contra los ministros en contra de la primera ministra. Les dijo que se disculparan y «se callaran», o serían despedidos.

Durante el día, los principales ministros movieron ficha para intentar apagar la conspiración que sacó a la luz The Sunday Times. De hecho, dos de los ministros que están en las quinielas de posibles sucesores, Michael Gove y David Lidington, lo desestimaron. En esa línea, Gove reconoció como «no es el momento de cambiar al capitán del barco».

En una entrevista televisiva, el ministro de Economía y Hacienda, Philip Hammond, admitió que es posible que el acuerdo del brexit ideado por May no sea aprobado en los Comunes, pero dejó claro que un cambio de primera ministra «no va a ayudar» y tampoco va a hacerlo un cambio de partido en el Gobierno. Para el ministro de Economía, la pregunta clave es qué tipo de brexit quiere el Parlamento, por lo que pidió que «de un modo u otro» se pronuncie esta semana, dejando clara de una vez por todas y sin ambigüedades «qué es lo que pueden apoyar». Sin embargo, Hammond no aclaró si los diputados conservadores tendrán en esta tercera votación libertad de voto. Westminster tiene que apoyar el acuerdo del brexit de May, en la que sería la tercera votación, si quieren una salida ordenada de Londres de la UE el próximo 22 de mayo. De lo contrario, habrá una salida sin acuerdo el 12 de abril.

Tras la masiva manifestación de este domingo, con un millón de personas que salieron a las calles de Londres pidiendo un nuevo referendo, el ministro reconoció que una consulta ciudadana es «una posición perfectamente coherente» y como tal debe ser considerada al mismo nivel que el resto de opciones.