España es el país que más años lleva sin revalidar título en el festival de la canción y sin entrar en el top 5. ¿Dará la sorpresa Miki con «La Venda» o sumaremos un año más lejos de la victoria?
29 mar 2019 . Actualizado a las 22:00 h.El 29 de marzo de 1969 se producía en España un hecho excepcional. Por primera vez en la historia de Eurovisión, un país conseguía la victoria dos años consecutivos. El triunfo de Massiel con La, la, la el año anterior había dado el primer triunfo en el certamen a España y ese 29 de marzo de 1969 Salomé conseguía, gracias a su icónico Vivo Cantando, traer el micrófono de cristal a casa por segunda y última vez.
Su actuación en el Teatro Real es, a día de hoy, uno de los momentos más icónicos de España en el certamen musical. No solo por su ya mítico vestido de 14 kilos de porcelana diseñado por Pertegaz sino porque, creando hitos en Eurovisión, la edición de 1969 fue la primera en la que hubo un empate, y aún encima por partida cuádruple. Salomé tuvo que compartir el primer puesto con Países Bajos, Reino Unido y Francia ya que la organización del festival no contaba con un método de desempate que tuvo que desarrollar para evitar esta situación en siguientes ediciones. En conmemoración de los 50 años de su victoria, el archivo de RTVE ha publicado las imágenes de su actuación a color.
Medio siglo ha pasado desde aquel día sin que España haya vuelto a ganar el festival. Con más bajos que altos, desde los 2000 cada vez parece más lejana la posibilidad de revalidar el título que ostentó por última vez Salomé en 1969. Pero, ¿es realmente tan catastrófica la tendencia de España en el festival?
La evolución de los resultados
Desde la incorporación a Eurovisión en 1961, España ha vivido una auténtica montaña rusa de resultados. Antes de su doble victoria a finales de los 60, Conchita Bautista (1965) y Víctor Balaguer (1962) habían caído al último puesto de sus respectivas ediciones. El chute de energía que generaron los triunfos de Massiel y Salomé dieron paso a los años dorados de España en el festival.
Solo un año después del éxito de Vivo Cantando, Julio Iglesias quedó cuarto con Gwendolyne y en 1971 y 1973 Karina y Mocedades con En un mundo nuevo y Eres tú respectivamente acariciaron las mieles de la victoria consiguiendo ambos el segundo puesto. Fue poco tiempo después, en 1979, cuando Betty Missiego se llevó también la plata con Su canción.
La década de los 80 fue bastante menos generosa con los resultados españoles. En ella se dio el último puesto de Remedios Amaya con Quién maneja mi barca y solo conseguimos colarnos en el top 5 en 1984 con Lady, lady, de Bravo. La cosa parecía remontar en los 90, que comenzaron con el quinto puesto de las Azúcar Moreno. Su actuación pasó a la historia del festival ya que, tras un fallo de sonido, pararon de cantar y volvieron a empezar su tema Bandido.
Las hermanas Salazar fueron de las últimas en conseguir un puesto en el top 5, solo seguidas en 1991 por la cuarta posición de Sergio Dalma y su Bailar pegados y en 1995 por la plata que logró Vuelve conmigo, de Anabel Conde. Desde aquella, hace casi 25 años, no ha vuelto a conseguir estar entre las cinco canciones favoritas del festival. Ni siquiera Rosa López y los cerca de 13 millones de espectadores que la apoyaron desde España consiguieron posicionar el archiconocido Europe’s Living a Celebration por encima de la séptima plaza con la que se tuvo que conformar.
A la pregunta de si es realmente tan catastrófica la tendencia de España en el festival, la respuesta corta sería un rotundo sí. Sobre todo si tenemos en cuenta los resultados de los últimos 15 años. En este período hemos caído en dos de cada tres ediciones por debajo de la vigésima posición y llevamos cuatro festivales consecutivos rozando (e incluso consiguiendo con Manel Navarro) el último puesto. Tendremos que esperar al 18 de mayo para comprobar si estamos ante un posible cambio de tendencia o si seguiremos a la cola de Eurovisión otro año más, de momento las casas de apuestas colocan al catalán Miki Núñez por la mitad de la tabla.
