Estados Unidos pone precio a la cabeza del líder del Estado Islámico

Mikel Ayestarán JERUSALÉN / COLPISA

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Captura de un vídeo difundido por el Estado Islámico en el que aparece Abu Bakr al Bagdadi
Captura de un vídeo difundido por el Estado Islámico en el que aparece Abu Bakr al Bagdadi

Ofrece 25 millones de dólares como recompensa por el califa  Abu Baker Al Bagdadi

04 abr 2019 . Actualizado a las 17:49 h.

Una semana después de proclamar la victoria militar definitiva sobre Baghouz, último enclave sirio en manos del grupo yihadista Estado Islámico (EI), Estados Unidos intensifica la búsqueda del califa Abu Baker Al Bagdadi. Medios iraquíes informan del lanzamiento masivo de panfletos en las cercanías de la ciudad de Ramadi para pedir colaboración ciudadana y dar con el paradero del líder de un grupo que ha vuelto a la clandestinidad absoluta después de cuatro años de califato. Estados Unidos mantiene la recompensa de 25 millones de dólares por la cabeza del religioso.

«Con tu información puedes vengarte de él y de sus destrucciones. Llámanos o mándanos un mensaje vía Whatsapp», aparece escrito en un panfleto en el que se puede ver una foto de las ruinas del minarete de la Gran Mezquita de Mosul de Al Nuri, lugar en el que se vio por primera y única vez a Al Bagdadi en el verano de 2014. La petición de colaboración a los iraquíes afirma que «el líder del Estado Islámico y sus combatientes robaron vuestra tierra, mataron a vuestra familia, y ahora está escondido seguro, lejos de la muerte y la destrucción que sembró».

Es en Irak, no en Siria, donde los servicios de inteligencia siguen el rastro del califa y de los principales cabecillas del EI, un grupo cuyo origen fue el brazo iraquí de Al-Qaeda. Al Bagdadi hace honor a su sobrenombre de «invisible» y no da señales de vida tras la pérdida de Baghouz. Todo apunta a que el califa, al que han dado varias veces por muerto, estaría en algún punto del desierto en la provincia de Al Anbar para seguir manejando los hilos de la organización desde la sombra, como hacía hasta el 2014.

Tras casi un año de silencio, el califa reapareció en agosto con un mensaje de voz de casi una hora en el que restaba importancia a las derrotas militares del califato y aplaudía a los lobos solitarios que inspirados por el mensaje del Estado Islámico han golpeado en Europa y Norteamérica con cuchillos, pistolas, bombas o coches. Bagdadi urgía a aquellos que le siguen en Occidente a llevar a cabo operaciones individuales para «destrozar» al enemigo porque «uno de estos ataques equivales a mil» en la región.