Trapero da la espalda a los secesionistas para eludir una condena por rebelión

Ana Balseiro
ana balseiro MADRID / LA VOZ

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Un comisario desconcierta al abogado de Junqueras. Andreu Van den Eynde se mostró sorprendido ayer cuando un comisario se refirió a él como mediador en un colegio el 1-O. Incómodo, el letrado miraba hacia los lados con media sonrisa y gesto de incrédulo cuando el testigo comentó que un agente le entregó el auto que indicaba que la policía debía de impedir el referendo ilegal
Un comisario desconcierta al abogado de Junqueras. Andreu Van den Eynde se mostró sorprendido ayer cuando un comisario se refirió a él como mediador en un colegio el 1-O. Incómodo, el letrado miraba hacia los lados con media sonrisa y gesto de incrédulo cuando el testigo comentó que un agente le entregó el auto que indicaba que la policía debía de impedir el referendo ilegal

El exjefe de los Mossos reitera su «respeto» a la Constitución y rechaza el «ilegal» 1-O en su escrito de defensa ante la Audiencia Nacional

10 abr 2019 . Actualizado a las 08:11 h.

El escrito de defensa de Josep Lluís Trapero, jefe de los Mossos durante la escalada secesionista en Cataluña, ante la Audiencia Nacional, donde será juzgado por rebelión, le desliga del independentismo y subraya su «más riguroso respeto al orden jurídico constitucional, obedeciendo y cumpliendo los mandatos judiciales y del ministerio fiscal». El texto de su letrada, Olga Tubau, es una versión ampliada de los argumentos que el propio Trapero ya dio ante el Supremo hace menos de un mes, cuando compareció como testigo en el juicio a los líderes secesionistas.

Entonces aseguró que había advertido a Carles Puigdemont de que el referendo del 1 de octubre era «ilegal» y que lo había emplazado a que acatara el mandato judicial, suspendiendo tal consulta. Desveló incluso que había un plan para detener a Puigdemont y a los consejeros tras la declaración unilateral de independencia (DUI).

En el escrito presentado ahora ante la Audiencia, Trapero, que se enfrenta a una pena de 11 años de cárcel, insiste en que «no ha participado, no ha intervenido y no ha compartido el plan ideado por la Generalitat y el Parlamento para alcanzar la independencia de Cataluña y su proclamación como Estado soberano e independiente en forma de república».

Igualmente sostiene, en contra de las acusaciones vertidas contra él en el Supremo por mandos policiales que le responsabilizaron de haber «facilitado» la consulta ilegal, que «no ha puesto jamás el cuerpo de los Mossos al servicio de los intereses políticos secesionistas». Al contrario, el Gobierno catalán conocía -dice- su postura «inequívoca» de cumplir los mandatos judiciales.

Añade el escrito que «ya desde el 25 de octubre» había ordenado un dispositivo policial «con el fin de atender las eventuales órdenes que se pudieran recibir, así como las medidas a adoptar en aras de mantener la seguridad ciudadana y el orden público». Reitera que después del 1-O y ante la posibilidad de una DUI, el mayor se puso a disposición del Tribunal Superior de Justicia de Cataluña, ante las medidas que pudiera ordenar, y previó «un plan» para detener al Ejecutivo catalán. 

Rechaza la «inacción» el 1-O

También insiste -en línea con lo declarado en el Tribunal Supremo- en que, tanto él como otros mandos de los Mossos, poco antes del referendo ilegal (los días 26 y 28 de septiembre) trasladaron a la Generalitat su «preocupación» por los «problemas graves de orden público» que podían desencadenarse, instándoles «a cumplir con la legalidad». Asimismo, niega que el operativo de la policía autonómica del 1-O quisiera «enmascarar una pretendida y dolosa inacción policial» para facilitar las votaciones.

Trapero ha remarcado una vez más que el coronel de la Guardia Civil Pérez de los Cobos, coordinador del dispositivo policial del 1-O, conocía el plan de los Mossos para ese día, consistente en el envío de binomios a más de 2.000 centros de votación, y que no presentó ninguna objeción.