Cadena perpetua para los Turpin por retener y torturar a sus trece hijos durante años

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Louise y David Turpin se declararon culpables y arrepentidos del destructivo régimen que impusieron a sus trece hijos
Louise y David Turpin se declararon culpables y arrepentidos del destructivo régimen que impusieron a sus trece hijos RIVERSIDE COUNTY SHERIFF'S DEPARTMENT | EFE

«Mis padres me arrebataron toda mi vida», ha dicho una de las hijas

20 abr 2019 . Actualizado a las 19:31 h.

Las palizas, los estrangulamientos como castigo, el encadenamiento a la cama durante «semanas o incluso meses», la privación de alimentos y agua, la falta de educación y atención médica o una sola ducha al año eran algunos de los métodos impuestos por los Turpin a sus trece hijos, de entre 2 y 29 años, en una alocada convivencia que poco tenía de familiar.

Cuando las autoridades locales entraron en la vivienda de los Turpin en el estado de California (EE.UU.) el 16 de enero del 2018, se encontraron con la tremenda desnutrición de los hijos. La mayor, de 29 años, solo pesaba 37 kilos. La bautizada como «casa de los horrores» fue descubierta gracias a que una de las hijas, ?Jordan Turpin, de 17 años? logró escapar del domicilio familiar y llamó a la Policía, tras planearlo durante dos años, y contó toda la depravación humana que vivían ella y sus hermanos.

El oficial que respondió a la llamada de emergencia indicó que Jordan le dijo «que no podía quedarse ahí y ver a sus hermanas encadenadas, llorando y sufriendo». Cuando la operadora le preguntó dónde estaba, Jordan Turpin dijo: «No lo sé. Nunca he estado fuera. No sé los nombres de las calles».

Una veintena de cargos

Un tribunal de Estados Unidos ha condenado este viernes a cadena perpetua a David y Louise Turpin, que se declararon culpables de retener y torturar a sus trece hijos. El fiscal del condado de Riverside Mike Hestrin presentó más de una veintena de cargos contra cada uno de ellos que incluyen detención ilegal, abuso a menores ?también abuso sexual? y tortura.

El representante del Ministerio Público ha relatado que los abusos comenzaron cuando el matrimonio vivía en Texas y continuaron cuando se mudó a California. Empezaron como un caso de «negligencia severa» y derivaron en claros casos de «tortura».

Dos de los hijos comparecieron ante el tribunal y testificaron acerca de los abusos sufridos en su casa durante años, informa Europa Press. «Mis padres me arrebataron toda mi vida», dijo una de las hijas. «Ahora, la estoy recuperando. Soy una luchadora», añadió, según la cadena de televisión estadounidense CNN.

Otro de los hijos recalcó que no podía «describir con palabras» lo que sufrieron. «A veces tengo pesadillas con cosas que pasaron, como cuando mis hermanos eran encadenados o recibían palizas», manifestó. «Eso es el pasado y ahora es el presente», señaló antes de apuntar que «quiere» a sus padres y les ha «perdonado muchas de las cosas» que les hicieron.

La madre, Louise Turpin, pidió desde el banquillo disculpas. «Lamento todo lo que hice para causar daño a mis hijos», dijo la madre, que lloró durante la comparecencia. «Les quiero más de lo que pueden imaginarse», afirmó.

El padre, David Turpin, no pudo hablar debido a las lágrimas, por lo que su abogado leyó un comunicado en el que les pide a todos sus vástagos que permanezcan unidos. «Doy gracias a Dios por todos mis hijos», dijo el padre en su comunicado, en el que afirma que lamenta si ha hecho «algo que les haya causado daño».

Un día a día desolador

El día a día era desolador. Los investigadores indicaron que en las entrevistas posteriores a su puesta en libertad los niños detallaron una vida de golpes, abandono y suciedad bajo un régimen destructivo en el que no veían la luz del sol. «Para comer solo había sándwiches de mantequilla de cacahuete y burritos congelados. La madre los iba llamando uno a uno. Iban a la cocina, comían un sándwich de pie y volvían a su habitación». El caso sigue conmocionando al mundo a medida que se conocen más detalles de una familia que malvivía en la casa de los horrores.