Anulada una sanción de 602 euros por grabar una carga policial

La Voz REDACCIÓN / LA VOZ

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La sentencia es firme y condena al Gobierno vasco al pago de las costas del juicio

25 abr 2019 . Actualizado a las 07:56 h.

Un juzgado de Vitoria ha propinado un varapalo a la ley de seguridad ciudadana del 2015 al anular una sanción puesta en el 2017 por la Ertzaintza al periodista de la emisora Hala Bedi Mikel Sáenz de Buruaga González, la primera multa aplicada por la policía vasca a un profesional de los medios de comunicación en el ejercicio de su trabajo en base a la conocida como ley mordaza.

El artículo 36.2.3 de la citada ley contempla como «infracción grave» el «uso no autorizado de imágenes o datos personales o profesionales de autoridades o miembros de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad que pueda poner en peligro la seguridad personal o familiar de los agentes, de las instalaciones protegidas o en riesgo el éxito de una operación, con respeto al derecho fundamental a la información». El mencionado periodista fue sancionado a pagar 602 euros después de haber grabado una carga policial en unas viviendas ocupadas de un barrio de la capital alavesa. Ahora la sentencia del juzgado vitoriano ante el que el periodista recurrió la multa estima la petición y declara que «la actuación administrativa no es ajustada a derecho», por lo que la anula y la deja sin efecto.

Pago de costas

La sentencia es firme y contra la misma no cabe recurso ordinario alguno, según ha señalado Hala Bedi, que ha destacado que el Gobierno Vasco ha sido condenado al pago de las costas del juicio.

La radio alavesa ha denunciado que la sanción impuesta a su periodista se basó en «un informe falso elaborado por la Ertzaintza», empleado para «atacar» la actividad periodística. A su juicio, esta resolución «debería suponer un precedente, pequeño pero eficaz, en el camino a la derogación definitiva de la ley mordaza». Argumenta la emisora que dos periodistas de Hala Bedi se encontraban en el barrio alavés de Errekaleor antes de que se instalase el cordón policial que impidió a medios y concejales acceder a la zona. Esta situación fue la que provocó que grabasen e informasen desde dentro del propio barrio. En un momento dado, un agente se dirigió al periodista y lanzó su móvil, en medio de una riña.