El Reino Unido se lanza a los comicios europeos bajo la sombra del «brexit»

Luís Pousa Rodríguez
Luís Pousa REDACCIÓN / LA VOZ

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Nigel Farage se presenta a las elecciones al Parlamento Europeo como cabeza de cartel del Brexit Party
Nigel Farage se presenta a las elecciones al Parlamento Europeo como cabeza de cartel del Brexit Party WILL OLIVER

La lucha entre opositores y defensores del divorcio de la UE acorrala al bipartidismo

27 abr 2019 . Actualizado a las 08:48 h.

La cita está fijada para el próximo 23 de mayo. La Comisión Electoral británica incluso ha publicado -aunque solo sea por si acaso- una completa Guía para candidatos y agentes. Pero nadie sabe todavía si ese jueves se celebrarán en el Reino Unido los comicios para elegir a sus 73 representantes en el Parlamento Europeo. En medio de la incertidumbre generada por el interminable proceso del brexit, que ahora mismo tiene el día de Halloween -¿truco o trato?- como fecha límite para el portazo británico a Bruselas, los partidos se preparan para unas elecciones que podrían acorralar al tradicional bipartidismo encarnado por conservadores y laboristas.

Uno de los responsables de empujar a las formaciones de Theresa May y Jeremy Corbyn hacia el borde del abismo es el incombustible Nigel Farage. Algunos daban por muerto al antiguo líder del UKIP y hablan ahora de su retorno. Pero, en realidad, el populista Farage nunca se había ido. Al menos no del todo. Su incontenible eurofobia no le ha impedido seguir siendo hasta la fecha eurodiputado en Estrasburgo. Cuando obtuvo su acta, en la convocatoria del 2014, Nigel Farage ya había logrado un resultado de escándalo al frente del UKIP: fue la primera fuerza, con 24 escaños, seguida de los laboristas con 20 y de los conservadores, con 19 parlamentarios.

Farage no renunció a su escaño, pero sí al carné del UKIP. Ahora se presenta como cabeza de cartel del Brexit Party, formación que no deja lugar a dudas desde su mismo nombre y que, de nuevo, está en primera posición en los sondeos. Pero el Brexit Party no es el único que hace estremecer a los gurús de los dos grandes trasatlánticos de la política británica. La irrupción, a la sombra del brexit, de una multitud de siglas amenaza con poner contra las cuerdas -todavía más- a May y Corbyn. Por ejemplo, los partidarios de permanecer en la Unión Europea, huérfanos de apoyos reales entre los conservadores y laboristas, han puesto en marcha la formación independiente Change UK, que podría lograr una buena cosecha de papeletas entre quienes reclaman un segundo referendo (un millón de manifestantes tomaron recientemente las calles de Londres reclamando la repetición de la consulta). También se apuntan a la defensa de la permanencia los liberal demócratas, que ayer mismo iniciaron su campaña pidiendo abiertamente dar marcha atrás al proceso de salida. En frente tendrán al UKIP, que ha renovado sus rostros, pero no sus ideas: siguen defendiendo el divorcio a las bravas con Bruselas y, dada su rivalidad con el Brexit Party, han derechizado aún más su discurso para arañar votos extremistas.

Todo apunta a que esta lucha sin cuartel entre brexiters y remainers dejará fuera de juego a los dubitativos tories y laboristas.