Un exjefe de ETA asegura que «la liberación nacional sigue adelante con nuevos medios»

La Voz REDACCIÓN

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ANDER GILLENEA

David Plá niega que la lucha del pueblo vasco «desaparezca» con el fin de la banda terrorista. Recuerda que «existen determinados compromisos en relación a los presos» y, tras ocho años, «solo han salido algunos con cuentagotas»

02 may 2019 . Actualizado a las 14:07 h.

El ex jefe de ETA David Plá afirma que la izquierda abertzale cambió hace una década de estrategia al apostar por las vías políticas, no para «acabar con una lucha», sino «para seguir adelante con nuevos medios», y dar «un nuevo brío al proceso de liberación nacional», al constatar «un agotamiento». Además, asegura que, desde el 2011, existen «determinados compromisos en relación a los presos» y, tras ocho años, «solo han salido algunos con cuentagotas».

Plá Martín abandonó el pasado 18 de abril la prisión francesa de Osny, tras cumplir cuatro de los cinco años de cárcel que le impuso el Tribunal Correccional de París. A la espera de que se resuelva una euroorden del 2011 activada por España, Plá permanece en su domicilio de Hendaia bajo control judicial.

En una entrevista publicada en el diario Gara, recogida por Europa Press, el ex preso de ETA rechaza que «la lucha» del pueblo vasco «desaparezca» con la banda, y asegura que ésa «no es la visión» de quienes integraron la organización terrorista, ni tampoco «está en el ánimo de la izquierda abertzale».

«El cambio de estrategia que emprendió hace una década la izquierda independentista, no obedeció a la voluntad de acabar con una lucha, sino de seguir adelante con nuevos medios, pero, sobre todo, con más fuerza, para dar un nuevo brío al proceso de liberación nacional y social de Euskal Herria», precisa.

Fotografía de archivo del etarra David Pla, un día después de su excarcelación el 18 de agosto del 2006
Fotografía de archivo del etarra David Pla, un día después de su excarcelación el 18 de agosto del 2006 JESUS DIGES | Efe

El ex jefe de ETA incide en que la izquierda abertzale abordó el cambio de estrategia porque constató «un agotamiento», que «el camino estaba obstruido y ya no daba más de sí». Además, cree que «lo que queda por lograr, está sobre la mesa», que «hay un proceso que está en marcha» y éste «sigue abierto». «Los independentistas vascos vamos a seguir jugando con absoluta ambición en todos los campos, también en las urnas», asevera.

David Plá explica que, para materializar el desarme, su pretensión era «el acuerdo con los estados», que incluyera «abordar la situación de los presos». No obstante, añade que, «a partir de un determinado momento, quedó bastante claro que ese camino estaba bloqueado y que había que dar pasos en otra dirección», por lo que recurrieron a desarmarse mediante «la sociedad civil».

Críticas al Gobierno vasco

Plá reprocha la actitud del Ejecutivo vasco y recuerda «ciertas declaraciones» del secretario de derechos humanos, convivencia y cooperación, Jonan Fernández, en las que consideraba «que no se podía avanzar en relación a los presos por estar pendiente el desarme, palabras con las que, en cierto modo, reforzaba las dudas sobre la voluntad de ETA de completar ese proceso».

«El desarme se produjo en el 2017, ¿y que ha pasado desde entonces?. Creo que la voluntad de ETA quedó demostrada cuando siguió adelante, pese a que existían dificultades importantes para avanzar, porque dar ese paso de la mano de la sociedad civil no era una conclusión simple, hacía falta labrar antes consensos, y había que ir cubriendo una serie de fases», manifiesta.

Según explica, «no se logró establecer la confianza necesaria porque se daban signos a cada paso de que lo que importaba era utilizar el proceso contra ETA, pero, sobre todo, para debilitar políticamente a la izquierda abertzale», lo que «hizo imposible transitar ese camino».

Tras asegurar que la banda «quería dar protagonismo» al Ejecutivo vasco, al creer que «tenía una función que cumplir en todo este proceso», añade que «los gestores de esa institución no estuvieron a la altura». «De ahí que criticaran, primero, que no se completara más rápidamente el desarme y, cuando éste se materializó, no dudaran en criticar el modo en que se llevó a cabo», precisa.

Preguntado por si los Gobiernos francés y español actuaron de forma diferente ante el desarme de la banda, David Plá explica que, en ciertas cuestiones, «el Estado francés sí ha actuado de manera diferente, mientras que la actitud del Estado español ha sido, en general, muy cerrada». «Aunque habría que matizar que Madrid también dio pasos, por más que mantenga cierta hipocresía al respecto. Hubo relaciones con el PSOE, y se adoptaron ciertos compromisos que luego no se cumplieron», indica.

David Plá se refiere al comunicado hecho público por ETA antes de su disolución, en el que pide «perdón» solo a las víctimas «que no tenían una participación directa en el conflicto», para asegurar que la banda «habló desde su perspectiva y su propia naturaleza», y que «nadie hubiera creído» que se expresara de otra forma.

«ETA dijo que sentía el sufrimiento que causó y ése es el valor central de esa declaración», dice, para destacar que «hay cosas que pueden hacerse» ahora que la banda no existe, si se «descarta un esquema de pasado, en clave de imponer, de humillar, de no entender al otro».