¿Qué es el botulismo? ¿A qué edad pueden tomar miel los niños?

Uxía Rodríguez Diez
UXÍA RODRÍGUEZ REDACCIÓN / LA VOZ

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Un bebé de seis meses ha muerto en Tokio (Japón) después de que sus padres le diesen miel mezclada con zumo

03 may 2019 . Actualizado a las 17:56 h.

Un bebé de seis meses ha muerto en Tokio (Japón) después de que sus padres le diesen miel mezclada con zumo. Al parecer, el pequeño contrajo botulismo. Pero, ¿qué es el botulismo?, ¿es peligrosa la miel?, ¿a qué edad pueden comenzar a tomarla los niños?

El Comité Científico de la Agencia Española de Seguridad Alimentaria y Nutrición publicó en 2011 un informe sobre el botulismo infantil. Según se puede leer en ese trabajo, el botulismo infantil es una enfermedad que se presenta en niños de entre 1 y 52 semanas de edad, cuando ingieren esporas de Clostridium botulinum. Las esporas, en el intestino grueso, pasan a formas vegetativas y liberan neurotoxinas que actúan a nivel de la unión neuromuscular impidiendo la liberación del neurotransmisor acetilcolina. La gravedad de la enfermedad resultante varía desde una leve hipotonía a parálisis flácida sistémica, habiéndose llegado incluso a considerar causa de muerte súbita en lactantes. De los posibles alimentos que se han tratado de vincular con el botulismo infantil (miel, jarabe de maíz, preparados deshidratados para lactantes, cereales, infusiones de especies vegetales, etc.), la miel es el que con mayor frecuencia aparece como responsable en los casos en los que se logra identificar la fuente.

Los datos epidemiológicos actuales permiten considerar que el riesgo de padecer la enfermedad es bajo en los niños menores de 12 meses si se evita el consumo de miel y/o infusiones de especies vegetales.

En 1976, el botulismo infantil se reconoce por primera vez como una forma clínica de botulismo diferente de la intoxicación botulínica clásica. 

En Europa, uno de los primeros casos de botulismo infantil atribuido al consumo de miel fue descrito en 1993. Se aisló la misma cepa de C. botulinum tanto de las heces del lactante de nueve semanas de edad como de las muestras de miel procedentes del envase que había consumido. La información recogida puso de manifiesto que la miel se había administrado al bebé con la única finalidad de calmarle y paliar su llanto.

En 1999 se registró un caso similar en España asociado al consumo de miel, en un niño de 2 meses de edad. Entre los antecedentes epidemiológicos se encontró que el niño estaba siendo alimentado con lactancia materna además de con una fórmula láctea, manifestando la madre que en ocasiones le impregnaba el chupete con pequeñas cantidades de miel.

Según el informe del Comité Científico de la Agencia Española de Seguridad Alimentaria y Nutrición, las fuentes de exposición de los niños menores de 1 año a la miel son diversas y están muy relacionadas con las costumbres de cada país e incluso de cada región. Las vías más frecuentes consistirían en añadir miel a los alimentos infantiles, untar miel en el pezón de la madre antes de cada toma, en los labios del bebé o en el chupete para reducir la ansiedad.

¿A qué edad pueden tomar miel los niños?

La OMS (Organización Mundial de la Salud) recomienda que se evite el consumo de miel en menores de 1 año. 

Algunas empresas de Estados Unidos y Reino Unido incluyen en el etiquetado de los envases de miel la mención de producto no indicado para niños menores de 12 meses.

La Asociación Española de Pediatría (AEP), a través de sus Comités de Nutrición y Lactancia, también tiene una guía con recomendaciones para padres y familiares sobre la alimentación complementaria. En ese documento, la miel aparece en el apartado de «alimentos superfluos» bajo la siguiente recomendación: «Cuanto más tarde y en menor cantidad mejor (siempre a partir de los 12 meses)».

En cuanto a las recomendaciones generales, la AEP recomienda mantener la lactancia materna de forma exclusiva durante los 6 primeros meses de edad y, a partir de ese momento, añadir de forma paulatina el resto de los alimentos, manteniendo la LM a demanda todo el tiempo que madre e hijo deseen.

Para poder ingerir alimentos diferentes a la leche, es conveniente que el organismo tenga la maduración necesaria a nivel neurológico, renal, gastrointestinal e inmune. 

¿Qué alimentos se pueden ir introduciendo? Según esta guía (consultar aquí), las pautas varían mucho entre regiones y culturas. No se deben dar «instrucciones» rígidas. No hay alimentos mejores que otros para empezar, aunque se recomienda ofrecer de manera prioritaria alimentos ricos en hierro y zinc. Asimismo, se recomienda introducir los alimentos de uno en uno, con intervalos de unos días, para observar la tolerancia y la aceptación y no añadirles sal, azúcar ni edulcorantes, para que el bebé se acostumbre a los sabores naturales de los alimentos.

En general, los cereales, frutas, hortalizas, legumbres, huevo, carne, pollo, pescado y aceite de oliva se introducirán progresivamente desde los 6 meses. La leche entera, el yogur y el queso tierno pueden ofrecerse en pequeñas cantidades a partir de los 9 o 10 meses. Los sólidos con riesgo de atragantamiento como los frutos secos, por encima de los 3 años.