Los laboristas exigen otro referendo para aprobar el acuerdo del «brexit»

Rita Álvarez Tudela LONDRES

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Theresa May y su marido, antes de asistir a la misa dominical en la localidad de Sonning
Theresa May y su marido, antes de asistir a la misa dominical en la localidad de Sonning SIMON DAWSON

Los dos grandes partidos negociarán hoy las condiciones para la salida de la UE

07 may 2019 . Actualizado a las 08:12 h.

Al menos 60 diputados laboristas, entre ellos varios ministros del llamado «gabinete en la sombra» -conformado por un equipo que controla uno a uno a los ministros del Gobierno-, aseguran que Theresa May tendrá que permitir que se celebre un segundo referendo si quiere conseguir su apoyo en la votación del acuerdo final del brexit.

De no ser así, el líder laborista, Jeremy Corbyn, no podrá lograr que una cantidad suficiente de diputados de su partido respalden el acuerdo, aunque la primera ministra cediese a favor de sus peticiones sobre una unión aduanera y los derechos de los trabajadores.

Fuentes del Partido Laborista reconocen que hasta dos tercios de los diputados laboristas se negarían a respaldar el acuerdo de salida del Reino Unido de la Unión Europea sin un segundo referendo.

Por el momento, la primera ministra se prepara para hacer nuevas propuestas para que el país permanezca en la unión aduanera de forma temporal, hasta las próximas elecciones, además de mantener los derechos de empleo de la UE en el futuro y el compromiso con las regulaciones del mercado único relativas a bienes.

La primera ministra escribió un artículo en el Mail on Sunday instando a los laboristas a «dejar de lado las diferencias por un momento» para que los negociadores consigan llegar a un acuerdo cuando se reúnan hoy martes y evitar así que el Reino Unido tenga que participar en las elecciones al Parlamento Europeo del próximo 23 de mayo.

El responsable laborista de Hacienda, John McDonnell, fue cauteloso respecto a la posibilidad de un acuerdo, ya que aseguró que no confiaba en la primera ministra y la acusó de negociar con «mala fe».

Para McDonnell, una unión aduanera tendría que ser permanente y advirtió a Downing Street de que, para llegar a un pacto, tiene que reconocer que habrá una gran cantidad de diputados en el Parlamento que apoyan la opción de un nuevo referendo. El Partido Laborista está molesto con las filtraciones de los detalles de la oferta de May a los periódicos dominicales, que creían confidenciales, toda vez que ellos mantienen el contenido de las conversaciones en secreto.

En total, más de 100 parlamentarios de la oposición, incluidos 66 laboristas y del Partido Nacionalista Escocés (SNP), del Change UK, los Verdes y del galés Plaid Cymru, dejaron claro durante el fin de semana que no tolerarían un acuerdo sobre el brexit sin un segundo referendo.

Por su parte, Nigel Evans, el secretario ejecutivo del Comité 1922, en el que están representados los conservadores que no forman parte del Ejecutivo, recalcó que si hay un acuerdo que resulte ser una especie de «brexit solo de nombre» que implique algo similar a la permanencia en la unión aduanera, habrá más de 100 tories que nunca lo apoyarían, en especial después del fracaso conservador en las elecciones locales.

Además, una cantidad relevante de diputados próximos a los promotores de la campaña a favor de la segunda consulta creen que en realidad hay entre 150 y 180 parlamentarios laboristas -del total de 229-, que se negarán a respaldar un acuerdo alcanzado por May, a menos que haya un voto confirmatorio.