Muere a los 97 años la actriz y cantante Doris Day

x. f. REDACCIÓN / LA VOZ

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Doris Day, en «El hombre que sabía demasiado», de Hitchcock
Doris Day, en «El hombre que sabía demasiado», de Hitchcock

La intérprete revalidó en sus películas su triunfo musical, pero no se adaptó a los cambios en los 60 y se refugió en sus discos y en el activismo a favor de los animales

13 may 2019 . Actualizado a las 20:24 h.

Pocas intérpretes encarnaron como Doris Day el trasvase de estrellas entre la música y el cine en aquellas décadas centrales del siglo pasado en las que los responsables de amabas industrias descubrieron los beneficios de la retroalimentación entre ellas. Day, nacida en Cincinnati en 1922 y fallecida este lunes a los 97 tras complicaciones derivadas de una neumonía, era el rostro amable de la vecina de al lado, pero una vecina que también cantaba como pocas. La canción ligera y el jazz más popular le ganaron sus primeros éxitos, como Sentimental Journey, que hicieron de ella una de las voces más cotizadas.

El tránsito de los micrófonos a las cámaras lo facilitaron también las melodías. Debutó en 1948 a las órdenes de Michael Curtiz en Romance on the High Seas, que le abrió nuevos públicos al tiempo que le proporcionaba más éxitos musicales, como It’s Magic. Curtiz le sirvió otro triunfo en 1951, el musical I’ll See You In My Dreams, que arrasó en taquilla y el allanó el camino para el estrellato definitivo con el wéstern Juanita Calamidad o películas como Quiéreme o déjame, dirigida por Charles Vidor y con James Cagney como coestrella.

La fama trajo consigo un intento de ampliar registros con el suspense, nada más y nada menos con Hitchcock y su El hombre que sabía demasiado. Aun así, la perseguía la música, ya que daba vida a una cantante retirada: su interpretación de Que sera, sera le supuso un nuevo éxito y la escena pasó a la historia.

Peor le fue con el thriller Julie y, tras los resultados discretos de sus siguientes filmes, regresó a las comedias para vivir su época de mayor esplendor. Con el clásico enredo de 1959 Confidencias a medianoche, con Rock Hudson, sumó una nominación al Óscar como actriz.

Los problemas llegaron con el cambio de década y las transformaciones sociales que demandaban otros roles en el cine, a lo que Day no supo adaptarse. Los valores que encarnaban sus papeles seguían anclados en años anteriores y poco a poco su estrella fue menguando. La propia actriz contribuyó a ello al rechazar por razones morales papeles como el protagonista de El graduado, que interpretaría Anne Bancroft. Pese a ello, continuó grabando discos y durante unos años encontró un sitio en televisión con un programa bautizado con su nombre.

La situación se agravó tras la muerte de su tercer marido, al descubrirse que había dilapidado buena parte de la fortuna que Day había ido amasando. La intérprete se refugió en su activismo en favor de los derechos de los animales. Creó su propia fundación y una entidad a modo de lobby para influir en la legislación en la materia.

La música fue su última actividad artística. En 1994 se publicó un álbum que había grabado en los 60 y en el 2011, con 89 años, llegó un nuevo disco, My Heart, que se metió entre los diez primeros de las listas británicas.