Algunos asesores del presidente ponen en duda su candidatura
14 may 2019 . Actualizado a las 05:00 h.El triunfo de Juan Schiaretti, opositor al Gobierno y al kirchnerismo, en los comicios regionales que se celebraron el domingo en Córdoba convulsionó la escena política a nivel nacional, de cara a las elecciones presidenciales del próximo 27 de octubre, ya que esta provincia constituye el segundo mayor distrito electoral de Argentina.
Schiaretti, del Partido Justicialista, revalidó el cargo con un 54 % de los votos, ampliando así la ventaja con la que ganó los anteriores comicios del 2015, cuando obtuvo alrededor de un 40 %. A gran distancia le sigue Mario Negri, de Cambiemos, que ha conseguido un 17 %.
La derrota es especialmente significativa para la Casa Rosada, ya que fue ahí donde nació la coalición oficialista con la que gobierna Mauricio Macri. En el Gobierno, atribuyen los malos resultados a la «torpeza» de dividir al electorado presentando a Negri y a Ramón Mestre (11 %), ambos de la Unión Cívica Radical (UCR), como candidatos rivales.
Se trata del séptimo varapalo electoral para Cambiemos en el último año. La tercera en una votación general, después de Neuquén y Río Negro, más las cuatro primarias realizadas en las provincias argentinas de San Juan, Entre Ríos, Chubut y Santa Fe.
A pesar del batacazo electoral de Cambiemos, el kirchnerismo tampoco puede leer los resultados electorales en Córdoba como un triunfo. Schiaretti pertenece a una facción del peronismo que rivaliza con la corriente capitaneada por la expresidenta Cristina Fernández de Kirchner.
Derivada nacional
Tanto el Gobierno como el kirchnerismo interpretan estos comicios regionales en clave nacional porque Córdoba aglutina al 9 % del censo, la segunda circunscripción, por detrás de Buenos Aires, con un 37 %.
Macri, que aspira a conseguir un segundo mandato tras su arrolladora victoria del 2015, concurre a las urnas debilitado por una crisis económica que no da tregua. Cristina comparece también desdibujada por las numerosas causas judiciales en las que está imputada por corrupción.
La contundente reelección de Schiaretti podría terminar de dar forma a las alianzas electorales que se someterán a las Primarias, Abiertas, Simultáneas y Obligatorias (PASO) del 11 de agosto, de modo que, además del candidato del peronismo kirchnerista, podría haber una tercera vía.
Algunos colaboradores de Macri aconsejan que mantenga su candidatura, pero otros ya recomiendan que desista y se proponga otro dirigente, e incluso piden otra sociedad política. Pero si Schiaretti da el paso de concurrir a las presidenciales, podría convertirse en el referente principal del peronismo no kirchnerista, una jugada que resultaría favorable a Macri porque le restaría votos a su antecesora si Cristina finalmente se postula.