La reina de la burundanga puso siete vidas en peligro para pagar su adicción al juego

La Voz REDACCIÓN

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Planta de la escopolamina, también conocida como planta de la burundanga
Planta de la escopolamina, también conocida como planta de la burundanga CÉSAR QUIAN

Una de las víctimas de la joven de León detenida por usar escapolamina para robar pasó tres días en la UVI a causa de los efectos de esta droga

14 may 2019 . Actualizado a las 15:19 h.

A Natalia Torices González los medios ya la han bautizado como la reina de la burundanga. Se trata de la joven de 24 años que detuvo la Policía Nacional en León por utilizar esta droga para robar a sus víctimas y costear su adicción al póker. En total logró 41.000 euros hurtando a siete personas, entre ellas a amigos e incluso a su abuelo de 90 años.

El diario El Mundo publica este martes el informe forense de una de las víctimas de la joven, cuya vida estuvo en peligro a causa de la droga que supuestamente le proporcionó la detenida. La mujer, también de 24 años, presentaba una concentración de 37,05 microgramos de escopolamina por milímetro, según se recoge en su análisis de orina. Estuvo siete días ingresada en el hospital, los tres primeros en la UCI. Al principio, los médicos desconocían lo que le pasaba. Llegó a estar muy grave, en coma, sin reaccionar a ningún tipo de tratamiento. Su vida estuvo en peligro.

El caso de esta joven es el único que está documentado sobre la supuesta utilización de burundanga por parte de Natalia Torices para presuntamente robar a sus víctimas, según los informes policiales. La razón por la que la chica actuaba de esta manera está en su adicción a los juegos on-line, según El Español, sobre todo al póker. Ello le llevó a buscar dinero fácil en su círculo más íntimo, a los que llegó a arrebatar cerca de 40.000 euros. No se salvó ni su abuelo, de 90 años.

El método

Se habla de siete presuntas víctimas de la reina de la burundanga, pero en realidad solo hay cinco denuncias. Su propio abuelo, intoxicado en dos ocasiones, no quiso actuar contra su nieta, ni tampoco otro familiar. La única prueba analítica de la utilización de la burundanga es el caso de la joven que pasó tres días en a UCI. Aún así hay una pautas comunes en todos los casos. Los afectados estaban con Natalia cuando empezaron a sentirse más. Les faltaba dinero en sus cuentas y necesitaron ingreso hospitalario. De alguna manera, Natalia utilizó la droga para controlar datos bancarios claves y hacerse fácilmente luego con importantes cantidades de sus víctimas, cuatro hombres y tres mujeres. Dinero rápido que puede ahora costarle la cárcel.