El Santander anuncia un ERE para suprimir 3.700 empleos y 1.150 oficinas

Ana Balseiro
Ana Balseiro MADRID

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Se trata de cifras iniciales, por lo que es previsible que el ajuste sea finalmente menor

14 may 2019 . Actualizado a las 18:43 h.

El ERE del Santander ya tiene cifras. Las ha puesto este martes sobre la mesa de los sindicatos el propio banco. La entidad que preside Ana Botín les ha planteado un recorte de plantilla que afectaría a 3.700 empleados y el cierre de hasta 1.150 sucursales. O lo que es lo mismo, un ajuste del 11 % de la plantilla y del 26% de su red en España.

Los números los ha desvelado el banco en su segunda cita con los representantes de los trabajadores. En la primera, el pasado 8 de mayo, la entidad se comprometió a llevar a cabo el plan sin necesidad de aplicar medidas traumáticas. Esto es, dando prioridad a la movilidad interna y al pacto con los sindicatos.

Se trata del segundo ERE que acomete el Santander desde que se hizo con el Popular hace ahora casi dos años, en junio del 2017. Ese mismo año, en diciembre, acordó con los representantes de los trabajadores un ajuste de 1.100 empleos como consecuencia de la integración de los servicios centrales de ambas entidades en suelo español. Salidas que fueron cubiertas prácticamente en su totalidad con bajas voluntarias y prejubilaciones. En ambos procesos, el objetivo del ajuste es el mismo: eliminar las duplicidades generadas por la integración del Popular y adecuar la estructura al escenario actual del negocio bancario, marcado por la baja rentabilidad y una digitalización creciente. Cabe recordar, por ejemplo, que CaixaBank acaba de cerrar un ERE para 2.024 trabajadores (2.157 inicialmente).

Nueva reunión el jueves

Sindicatos y dirección volverán a reunirse este jueves, en una jornada en la que el Santander presentará el informe técnico con el que justifica las necesidades de reorganización ya referidas.

En lo que respecta al calendario, el ajuste no comenzará hasta que no concluya la integración tecnológica de Santander y Popular, prevista para julio. Así, la idea es cerrar el acuerdo con los sindicatos antes de esa fecha, iniciar el proceso tras el verano y tenerlo prácticamente concluido este año.

Todavía no se conoce su impacto en Galicia.