Donald Trump planea indultar a militares condenados o acusados por crímenes de guerra

Gonzalo Bareño Canosa
Gonzalo Bareño MADRID / LA VOZ

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Olivier Douliery | EFE

Entre los beneficiados, según el «New York Times», están oficiales que mataron a personas desarmadas en Irak y Afganistán

20 may 2019 . Actualizado a las 05:00 h.

El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, está dispuesto a llevar hasta el final su desafío a cualquier convención internacional y prepara ya la documentación necesaria para indultar a miembros del Ejército estadounidense que han sido declarados ya culpables o están acusados de cometer crímenes de guerra en misiones en territorio extranjero. Ese perdón incluiría a culpables o presuntos responsables de crímenes como el asesinato, el intento de asesinato y también la profanación de un cadáver. El jefe de Operaciones Especiales norteamericano, Edward Gallagher, miembro de las tropas de élite de la Navy Seals, que se enfrenta a un juicio inminente por múltiples cargos como el de disparar a civiles desarmados y matar con un cuchillo a un enemigo herido durante el despliegue norteamericano en Irak, es uno de los que podría beneficiarse de esa prerrogativa de amnistía de Donald Trump, según un informe publicado por el diario estadounidense New York Times.  

Antes del Día de los caídos

Militares que sirvieron a sus órdenes declararon que Gallagher disparó indiscriminadamente contra civiles, entre ellos una mujer joven en un puesto de flores y un anciano desarmado. Explicaron también que apuñaló a un adolescente cautivo y además se jactó posteriormente de ello enviando mensajes de texto. Su juicio debe comenzar a finales de mayo y, en caso de ser declarado culpable, se enfrentaría a la cadena perpetua.

Citando fuentes de la Administración de Trump, el diario asegura que el presidente de Estados Unidos ha solicitado ya que se aceleren los tramites para que el perdón llegue antes del Día de los Caídos, que se celebra el 27 de mayo. Además de Gallagher, otro posible criminal de guerra que se podría beneficiar de la medida de gracia sería el ex contratista de seguridad de la empresa Blackwater Nicholas A. Slatten, que fue juzgado y declarado culpable de asesinar en el 2007 a 17 iraquíes y dejar herido a otros 20 en una calle de Bagdad.  

Trump elogia a los acusados

Otros casos notorios son el del mayor Mathew L. Golsteyn, miembro de los Boinas Verdes, que está acusado de matar en el 2010 a un afgano también desarmado, así como el de un grupo de francotiradores de la Infantería de Marina acusados de orinar en los cadáveres de combatientes talibanes muertos. En mensajes de Twitter, Trump llamó «héroe» a Golsteyn y elogió a Gallagher por su servicio al país.

La noticia está confirmada también por un alto funcionario militar que fue alertado después de que la Casa Blanca enviara el pasado viernes una solicitud a la Oficina del Fiscal del Perdón del Departamento de Justicia. Entre la documentación solicitada se incluye información sobre antecedentes y detalles sobre cargos contra acusados de crímenes de guerra. Las solicitudes se acompañan de cartas que describen la supuesta rehabilitación de los implicados. Lo normal es que la burocracia para reunir la documentación para llevar adelante este tipo de petición de indultos lleve meses, pero el Departamento de Justicia exige que todos los archivos deben estar completados antes del fin de semana del Día de los Caídos, fecha en la que Trump piensa dar el golpe de efecto de perdonar a todos los implicados.

No es la primera vez que el presidente norteamericano ha pasado por encima de los trámites tradicionales para ejercer su prerrogativa de aplicar medidas de gracia. Sucedió ya en el caso del exalguacil de Arizona Joe Arpaio y también a principios del mes de mayo perdonó al ex teniente primero del ejército Michael Behenna, condenado por asesinar en el 2008 a un prisionero iraquí durante un interrogatorio.  

Medida sin precedentes

De lo que no hay precedentes es de un perdón simultáneo de varios criminales de guerra ya condenados o que simplemente están acusados pero aún no han ido a juicio, según expertos legales citados por New York Times, que consideran que el caso pueda acabar erosionando la legitimidad de la ley militar y socavar el buen orden y la disciplina en las filas. Timothy Parlatore, abogado del jefe Operaciones Especiales Edward Gallagher, se mostró sorprendido con la noticia de que Trump sopesa indultar a su defendido, que todavía no ha sido juzgado. «Mi objetivo principal es llevar al jefe Gallagher a casa de su familia. Para ese fin, agradecería cualquier participación del presidente», explicó.

Irán amenaza a EE.UU. y afirma que no teme la guerra en el Golfo Pérsico

La tensión militar en el Golfo Pérsico va en aumento desde que la administración estadounidense se retirara unilateralmente del acuerdo nuclear con Irán. La situación se agravó durante la última semana tras el sabotaje a cuatro petroleros en un puerto de los emiratos y el ataque con drones a un oleoducto de Arabia Saudí que, según Riad, fue ordenado por Irán a los rebeldes hutíes del Yemen. El comandante en jefe de los Guardianes de la Revolución, Hosein Salamí, aseguró que Irán no teme una guerra, pero Estados Unidos sí, y advirtió de que Oriente Medio puede convertirse en «un polvorín» para Washington. «Nosotros no buscamos la guerra, pero tampoco la tememos. Esta es la diferencia con ellos (los estadounidenses), que tienen miedo de la guerra y no tienen voluntad para ella», subrayó durante un discurso retransmitido por la televisión estatal. Washington envió al Golfo Pérsico el buque de asalto anfibio USS Arlington, el portaviones USS Abraham Lincoln y cazabombarderos, y calificó el mes pasado a los Guardianes de la Revolución como grupo terrorista. El Gobierno español ordenó la retirada temporal de la fragata española Méndez Núñez (F-104), con 215 marineros a bordo, único buque no estadounidense que acompañaba a ese grupo, ante la escalada de tensión.

Por su parte, el ministro de Exteriores saudí, Adel al Jubeir, aseguró ayer que su país se esforzará para evitar una escalada bélica en la región, pero proporcionará una respuesta firme en caso de que estalle un conflicto militar con Irán. «Arabia Saudí no busca la guerra en la región, no pretende iniciarla y hará todo lo posible para evitarla, pero si otra parte opta por una guerra, el reino responderá con toda la fuerza y firmeza», declaró el ministro en un comunicado.