El pequeño Nicolás cree que no es delictivo su viaje a Ribadeo, donde simuló ser enlace del Rey

La Voz REDACCIÓN

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Después de media hora de vista, la Audiencia de Madrid ha aplazado el juicio hasta el 2020. Francisco Nicolás Gómez Iglesias, que se declara inocente, se enfrenta a 7 años de prisión por delitos de usurpación de funciones públicas, falsedad documental y cohecho pasivo

20 may 2019 . Actualizado a las 21:40 h.

Francisco Nicolás Gómez Iglesias, conocido como el pequeño Nicolás, ha defendido este lunes su inocencia de la ristra de delitos de los que se le acusa por simular presuntamente ser un enlace de la Casa Real en un viaje a Ribadeo para engañar a un empresario y ha recalcado que cree que los hechos que encuadran con su versión no son constitutivos de delito.

Así lo ha señalado Gómez Iglesias a su llegada a la Audiencia Provincial de Madrid, donde está señalado el juicio por los hechos sucedidos en agosto del 2014. Se enfrenta a siete años de prisión por delitos de usurpación de funciones públicas, falsedad documental y cohecho pasivo.

A preguntas de los medios, ha afirmado que es inocente y que pedirá un aplazamiento de la vista al querer apartarse del caso su abogada tras denunciar «presiones y coacciones» ante el juzgado instructor.

Después de media hora de vista, la Audiencia de Madrid ha aplazado hasta el año 2020 el juicio, tras la renuncia de su letrada por unas presiones que el joven ha criticado que existan en un Estado de derecho. La Sección 17 de la Audiencia madrileña tenía fechado para este lunes el juicio a Gómez Iglesias y a dos policías municipales que presuntamente le acompañaron en ese viaje.

La letrada de Gómez Iglesias, Ana Blanco Vázquez de Prada, ha expuesto al tribunal las «presiones» y «coacciones» que ha sufrido por defender al joven, y por las que ha renunciado a su defensa, la Sala ha accedido a suspender el juicio, sin que ninguna parte se haya opuesto, han explicado fuentes jurídicas. Las primeras fechas disponibles son para febrero o marzo del próximo año.

Una reunión surrealista

A principios del mes de agosto del 2014, según se desprende del escrito de acusación, Gómez Iglesias propuso organizar una reunión a un empresario al que le hizo creer que actuaba en calidad funcionario público como un enlace entre la Vicepresidencia del Gobierno y la Casa Real.

Después de varios contactos, el 13 de agosto ambos mantuvieron un almuerzo en un restaurante de Ribadeo al que, según el acusado, «asistiría una persona muy importante de la Casa Real». Para llevar a cabo su plan Gómez Iglesias había contactado previamente con Jorge González Hormigos, un policía nacional destinado en el Grupo de Escoltas y Protección, «a quien le pidió, a cambio de una gratificación por sus servicios, que le proporcionara los medios policiales necesarios para hacerse pasar por un cargo público y aparentar carácter oficial al almuerzo».

Mientras, Gómez Iglesias, identificándose siempre como enlace entre Vicepresidencia del Gobierno y Casa Real, solicitó a la Policía Municipal de Ribadeo que les acompañara en la comitiva, telefoneó al Presidente del Club Náutico para informarle de la visita de una alta personalidad de Casa Real, contrató el alquiler de cuatro vehículos con sus respectivos conductores, reservó tres mesas en el restaurante y hasta confeccionó en un ordenador personal acreditaciones del Ministerio del Interior para los vehículos.

Sobre las 5 horas del 13 de agosto la comitiva partió desde Madrid en la que Jorge González Hormigos y Carlos Pérez López-Dávila se identificaron al resto del grupo como policías que realizaban labores de escolta a una autoridad y colocaron acreditaciones oficiales del Ministerio del Interior en dos vehículos.

Ya en el restaurante el acusado fue recibido por el alcalde de Ribadeo, a quien también se presentó como enlace entre Vicepresidencia del Gobierno y Casa Real, y a continuación, dio comienzo el almuerzo con el empresario. Al término de la cita, emprendieron viaje de regreso a Madrid.