Los complementos salariales pueden acabar duplicando la retribución básica de los parlamentarios
23 may 2019 . Actualizado a las 07:50 h.Arranca una nueva legislatura en la que de momento los diputados seguirán percibiendo el mismo sueldo con el que concluyeron la pasada. La asignación base para cada una de sus 350 señorías es de 2.981,86 euros brutos al mes, lo que supone 35.782 euros al año. Una vez aplicado el IRPF del 37%, a cada representante en la Cámara Baja le corresponde un neto de 22.543 euros anuales, que significan unos 1.879 euros limpios al final de cada mes.
Pero las retribuciones de cada parlamentario no terminan aquí, ya que la gran mayoría de ellos acaba percibiendo un buen pellizco que oscila en función de su rol dentro de la Cámara y que en muchas ocasiones supone más dinero que el salario base. Así, a Meritxell Batet le corresponden otros 3.257 euros mensuales como presidenta, a los que hay que añadir 3.537 euros al mes para gastos de representación y otros 2.900 de libre disposición, ambos sujetos a los correspondientes impuestos, pero sobre los que no tiene que rendir cuentas, por lo que puede destinarlos al ahorro o a la inversión. Los cuatro vicepresidentes y los cuatro secretarios de la Mesa, así como los portavoces y los portavoces adjuntos de cada grupo, y los presidentes, vicepresidentes, secretarios, portavoces y portavoces adjuntos de cada una de las muchas comisiones que hay en el Congreso, también reciben complementos que oscilan entre los 3.000 y los 739 euros al mes.
Además, cada uno de los elegidos en circunscripciones fuera de Madrid percibe 1.921 euros al mes de «indemnización», y por tanto, libres de impuestos, una asignación ideada para cubrir sus gastos de alojamiento. Pero el dinero no lo es todo, y sus señorías también cuentan con billetes de avión y tren gratuitos, una tarjeta de 3.000 euros al año para taxis, así como un iPad y un iPhone de última generación.