Los retos que tiene por delante la futura Eurocámara

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Pleno de la Eurocamara, en su sede de Estrasburgo, en una foto de archivo
Pleno de la Eurocamara, en su sede de Estrasburgo, en una foto de archivo Vincent Kessler | Reuters

26 may 2019 . Actualizado a las 16:34 h.

Son 751 los escaños que están en lidia. La fragmentación política en el Parlamento Europeo obligará a los partidos tradicionales a tejer alianzas para sacar adelante algunas reformas vitales para la supervivencia de la Unión Europea. Estos son los principales retos a los que tendrá que enfrentarse la institución. 

Cargos

Equilibrio de poder. La primera prueba tras los comicios será la designación de los altos cargos de las instituciones con sede en Bruselas. Un ejercicio complejo porque la Eurocámara exige que el próximo presidente de la Comisión Europea sea el candidato del partido vencedor en las elecciones. Los líderes europeos no quieren automatismos. Necesitan margen de maniobra para mercadear entre ellos y buscar equilibrios por sexo, nacionalidades y colores políticos. 

Presupuesto

Nuevas prioridades. Una de las batallas más intensas que están por venir es la de las negociaciones presupuestarias. Los Gobiernos del norte de Europa quieren adelgazar la hucha y hacer un trasvase de fondos de partidas como la Política Agrícola Comunitaria (PAC) y Cohesión hacia seguridad, defensa, innovación, lucha contra el cambio climático y empleo juvenil. La Eurocámara ha dejado claro en los últimos compases de esta legislatura que no acepta pasar la tijera, pero con la nueva configuración del hemiciclo es posible que se formen mayorías favorables a minar sus cuentas. 

Economía

Crisis y guerras comerciales. Los países comunitarios envejecen y la falta de relevo generacional se ha convertido en un quebradero de cabeza para algunos Gobiernos como el español. La Eurocámara ha puesto la crisis demográfica en la parte alta de sus prioridades, a diferencia de la Comisión o el Consejo, a los que tendrá que convencer para que tengan en cuenta este factor en el reparto de fondos. La baja natalidad, la transformación digital de la economía -en plena transición-, la volatilidad en los mercados y la inconclusa unión bancaria son otros riesgos que se ciernen sobre la economía de la UE y sobre lo que tendrá que legislar a Eurocámara. Su labor para supervisar la letra pequeña de los acuerdos comerciales será vital para evitar recrudecer la guerra arancelaria desatada por los Estados Unidos y para garantizar igualdad de condiciones entre ciudadanos, pequeñas empresas y multinacionales.