El Ibizagate tumba al Gobierno conservador de Sebastian Kurz

PatriciA Baelo BERLÍN / CORRESPONSAL

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Sebastian Kurz abandona la sesión extraordinaria del Parlamento
Sebastian Kurz abandona la sesión extraordinaria del Parlamento CHRISTIAN BRUNA | EFE

No supera el voto de confianza promovido por sus exsocios

28 may 2019 . Actualizado a las 08:08 h.

La crisis del Gobierno austríaco ha tocado techo. En un movimiento inédito desde el fin de la Segunda Guerra Mundial, el Parlamento de la pequeña república alpina aprobó ayer una moción de censura contra el canciller federal, Sebastian Kurz. La joven promesa conservadora del Partido Popular (ÖVP), ganador absoluto de las elecciones europeas con el 34,9 % del apoyo, no ha logrado superar el voto de confianza promovido por los socialdemócratas del SPÖ, la fuerza ecologista Jetzt y la formación ultraderechista FPÖ, la misma que hasta hace una semana era su aliada en el Ejecutivo y cuyo líder protagonizó el llamado Ibizagate, que ha provocado la ruptura de la coalición y la convocatoria de comicios anticipados.

«Nadie en el país podrá comprender la voluntad de derrocar al Gobierno», declaró Kurz, que acusó al FPÖ de actuar movido por «deseos de venganza». No se equivoca el canciller más joven de la historia, con 31 años, y también el más breve, con apenas 525 días acumulados en el cargo, al haber recibido 110 votos en contra frente a 71 a favor en la moción. El 18 de mayo Kurz se vio obligado a poner fin a la alianza que selló con la ultraderecha en diciembre del 2017, tras publicarse un vídeo filmado ese verano en la isla española, en el que el vicecanciller y jefe del FPÖ, Heinz-Christian Strache, se declaraba dispuesto a cometer actos de corrupción a cambio de donaciones ilegales de Moscú.

El escándalo llevó a la dimisión de Strache, que pese a todo podría asumir el escaño que consiguió en el Parlamento Europeo el domingo, así como a la expulsión de su correligionario y ministro de Interior, el polémico ultra Herbert Kickl. Entonces los otros cuatro miembros del FPÖ que ocupaban carteras cumplieron su amenaza y abandonaron el Ejecutivo.

«No ha buscado el diálogo ni el apoyo a la estabilidad que demanda», criticó la jefa del SPÖ, Pamela Rendi-Wagner, que le reprocha su falta de transparencia.

No obstante, Kurz parte como claro favorito de cara a las elecciones anticipadas de septiembre.