Los planes de Macron para arrebatar a los conservadores el poder están en el aire

Cristina Porteiro
cristina porteiro BRUSELAS / CORRESPONSAL

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PHILIPP GUELLAND | EFE

El futuro incierto de varios líderes obliga a replantearse el reparto de cargos en la UE

30 may 2019 . Actualizado a las 08:00 h.

Solo han pasado 36 horas desde que los 28 líderes de la UE estrecharon sus manos en Bruselas y se citaron a finales de junio con la misión de repartir los altos cargos políticos de la Unión (Consejo, Comisión, Parlamento y jefatura de la diplomacia). Algunos ni siquiera tuvieron tiempo de aterrizar en sus cancillerías cuando comenzaron a filtrarse los nombres de nuevos candidatos dispuestos a entrar en liza.

Las apuestas dan por hecho que la alianza de progresistas entre socialdemócratas (S&D) y liberales (ALDE) dará sus frutos. El timón de la Comisión podría recaer en su actual vicepresidente, Frans Timmermans (S&D). El holandés tiene talante conciliador, experiencia y resulta digerible para líderes liberales como el francés Emmanuel Macron. Pero no gusta en Visegrado. Su cruzada contra el Gobierno autoritario polaco le ha granjeado grandes enemigos en centroeuropa.

¿Y la comisaria liberal, Margrethe Vestager? La necesidad de poner fin a la hipermasculinización de la política europea corre a su favor. La comisaria de Competencia tiene fans dentro y fuera de su familia política, pero Macron tiene muy mal recuerdo del bloqueo que impuso a la fusión industrial de la gala Alstom y la alemana Siemens, un expediente que precipitó una crisis entre las dos cancillerías y Bruselas.

El presidente del Consejo, Donald Tusk, quiere que se respete la paridad: «El equilibrio de género significa que al menos habrá dos mujeres. Que vaya a ser posible, ya veremos. Es mi plan y mi ambición personal. He sentido un apoyo firme, quizá no de todos, pero de casi todos (los líderes) al respecto», subrayó.

Sobre la mesa se manejan otros nombres. Si la Comisión no cae del lado liberal, la presidencia del Consejo se podría reservar para el primer ministro belga, Charles Michel, que está de salida en su país. Viene de encajar una dolorosa derrota en las legislativas y su futuro es incierto por la dificultad de formar gobierno. También lo es el del holandés, Mark Rutte, que cedió el primer puesto en las europeas a los socialdemócratas. Se acumulan los políticos en busca de un empleo y los cargos son limitados.

El papel de Alemania

¿Qué hay de la Eurocámara y la jefatura de la diplomacia europea? Algún primer ministro ha apuntado que podrían recaer sobre el alemán Weber y la excomisaria y directora general del Banco Mundial, Kristalina Georgieva, respectivamente. La búlgara cumple con tres requisitos importantes para el equilibrio de fuerzas: es conservadora, mujer y del Este. No obstante, le ha salido un dura competencia con el negociador europeo del brexit, el francés y conservador Michel Barnier.

Hay dos factores que pueden complicar los cálculos de la alianza progresista: los problemas que atraviesan ambas familias en las grandes cancillerías europeas y la sobrestimación de los apoyos con los que cuenta Macron. Al fin y al cabo, no se puede negociar de espaldas a Alemania. Pese a los pobres resultados de la CDU el domingo, parece difícil que Merkel se conforme con reservar la presidencia del Parlamento Europeo a su protegido, Manfred Weber, y podría ir tras la presidencia del BCE.

Bruselas asciende a la dama de hierro del «brexit»

Se llama Sabine Weyand. Hasta ayer era la mano derecha del negociador europeo del brexit, Michel Barnier, y la bestia negra del equipo negociador británico. La artífice del acuerdo de divorcio dejará el cargo el 1 de junio para asumir la Dirección General de Comercio de la Unión Europea. Un ascenso con doble lectura: por una parte, al prescindir de sus servicios, Bruselas envía una señal clara de que el acuerdo no se va a reabrir. Por otra, la Unión Europea advierte a Londres: si el Reino Unido decide abandonar la UE, la pesadilla continuará porque tendrán que negociar con la intratable Weyand el futuro acuerdo comercial.