Los pactos municipales y autonómicos complican la investidura de Sánchez

Gonzalo Bareño Canosa
Gonzalo Bareño MADRID / LA VOZ

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Las acuerdos a los que llegue el PSOE condicionan el apoyo de todos sus posibles aliados

02 jun 2019 . Actualizado a las 17:15 h.

Más de un mes después de las elecciones generales, las negociaciones para la formación del nuevo Ejecutivo ni siquiera han comenzado. El cruce de intereses en los pactos pendientes para la gobernabilidad de ayuntamientos y comunidades en varios territorios complica las alianzas previstas por Pedro Sánchez para lograr su investidura y también una posible abstención de ERC. Aunque todos dan por hecho que será el próximo presidente del Gobierno, lo cierto es que, a día de hoy, no tiene garantizado ni uno solo de los apoyos necesarios para lograrlo. Solo el de Compromís parece asegurado. Ningún presidente ha sido investido en España contando con solo 123 escaños. A la dificultad para sumar los 53 que le restan para la mayoría absoluta de 176 (en caso de que los cuatro diputados independentistas suspendidos renunciaran finalmente a sus escaños), se unen las presiones y duras condiciones que le plantean sus potenciales socios de investidura. Con Unidas Podemos sumaría 165 escaños. Y, aun así, le faltarían otros 11 para llegar a 176, cosa que tiene prácticamente imposible, o nueve para los 174 necesarios en caso de que los tres secesionistas suspendidos no renuncien al escaño. El otro, Oriol Junqueras, ya ha anunciado que lo hará. La otra opción de Sánchez, la de ser investido con mayoría simple gracias a la abstención de Ciudadanos, parece ya totalmente descartada.

Las alternativas

O sumar cinco socios o depender de ERC. Los socios potenciales con los que cuenta Sánchez, que tiene 123 diputados, son Unidas Podemos (42), PNV (6), Coalición Canaria (2), Compromís (1) y Partido Regionalista de Cantabria (1). Sumaría así 175, que le valdrían para ser investido si no cuentan los votos de los diputados suspendidos, pero no si estos ceden su escaño a un compañero. En ese caso, dependería de la abstención de al menos un diputado de ERC. Pero es que, por el momento, Sánchez no tiene ni mucho menos asegurados ni tan siquiera esos 175 votos.

Unidas Podemos

Exige estar en el Gobierno. El partido de Pablo Iglesias solo contempla por ahora la formación de un Ejecutivo de coalición con presencia de ministros de Unidas Podemos y amenaza con bloquear la investidura si no lo consigue. Una coalición que Sánchez y el PSOE rechazan cada vez con más claridad tras el 26M. Pese a que los resultados del partido morado en las locales y autonómicas debilitan su posición negociadora, lo cierto es que el respaldo de Unidas Podemos es clave para que el PSOE se haga con varias alcaldías de provincia y los Gobiernos de Baleares, La Rioja y Canarias, lo que podría obligar a Sánchez a ceder en su posición inflexible de cara a la investidura. Sin los 42 votos favorables de Unidas Podemos, tiene prácticamente imposible ser presidente del Gobierno.

PNV

El precio pasa por Navarra. El otro partido clave para una posible investidura es el PNV. Pero también los nacionalistas vascos condicionan su apoyo, entre otras cuestiones, a que el PSOE pacte con Geroa Bai, su marca en Navarra, para formar un Gobierno que cierre el paso a Navarra Suma, coalición del PP, Ciudadanos y Unión del Pueblo Navarro, que ganó las elecciones. El problema para Sánchez es que esa opción requeriría el apoyo o al menos la abstención de EH Bildu, con los que el PSOE se niega a negociar nada. Y la situación se repite en la alcaldía de Pamplona, donde el PSOE se niega a pactar con EH Bildu y Geroa Bai para darle la alcaldía al candidato de la izquierda aberzale.

Coalición Canaria

Si el PSOE la margina en las islas, no habrá acuerdo. El voto a favor de los dos diputados de Coalición Canaria sería determinante para que Sánchez pueda ser investido sin depender de los independentistas de ERC. El problema es que el PSOE, que ha sido el más votado en Canarias, podría gobernar las islas con el apoyo de Podemos y Nueva Canarias, relegando así a Coalición Canaria. Algo que, obviamente, imposibilitaría el apoyo de esta última fuerza a Sánchez en la investidura. El respaldo o la abstención de Coalición Canaria, en función de las circunstancias, es indispensable para la investidura. Pero los nacionalistas canarios advierten además que no entrarán en ningún acuerdo para hacer presidente a Sánchez que implique que Podemos tenga presencia en el Gobierno o suscriba un acuerdo programático con el PSOE. La diputada de Coalición Canaria Ana Oramas ya ha advertido a Sánchez que, si quiere ser investido, explore mejor la vía de la abstención de Ciudadanos.

PRC

Revilla quiere el AVE, pero necesita al PSOE. El Partido Regionalista de Cantabria de Miguel Ángel Revilla, que por primera vez ha obtenido un escaño en el Congreso, pretende también jugar fuerte exigiendo un compromiso para la construcción del AVE a Cantabria a cambio de su apoyo a Sánchez en la investidura. El hecho de que Revilla, que ha ganado las elecciones en su comunidad quedándose a cuatro escaños de la mayoría absoluta, necesite reeditar el apoyo que actualmente mantiene con el PSOE para ser investido podría facilitar, sin embargo, ese intercambio de apoyos, aunque el presidente cántabro en funciones también podría dar un giro y apoyarse en el PP.

ERC

La alcaldía de Barcelona es clave. La posibilidad de que el PSC pacte con Barcelona en Comú para hacerse con la alcaldía de la Ciudad Condal y dejar así sin ella a ERC gracias al apoyo sin condiciones ofrecido por Manuel Valls haría imposible que los republicanos facilitaran con una o más abstenciones la investidura de Sánchez. Algo que podría ser decisivo para las posibilidades del líder del PSOE.

 Podemos pone encima de la mesa la jornada laboral de 34 horas

Unidas Podemos y el PSOE preparan sus armas de cara a una negociación de investidura que se prevé dura. De entrada, antes de sentarse a la mesa, el líder morado, Pablo Iglesias, se muestra inflexible y advierte que no teme una repetición de las elecciones si Pedro Sánchez rechaza un Gobierno de coalición. El órdago, sin embargo, no parece asustar al Gobierno, que juega también con esa posibilidad como elemento de presión, convencido de que es a Podemos a quien menos convendría que se volviera a las urnas.

Iglesias puso ayer sobre la mesa dos condiciones programáticas. Por un lado, derogar la reforma laboral del 2012 «para crear un marco laboral de contratos indefinidos» y «una prestación mínima garantizada de 600 euros al mes», además de una «semana laboral de 34 horas sin reducción salarial». El PSOE puede asumir la propuesta de la derogación de la reforma, pero es probable que no comparta el resto de las propuestas.

El rey despeja su agenda para iniciar la ronda de contactos con los partidos

 colpisa

Pasada la triple cita electoral del 26 de mayo, se han vuelto a poner en marcha en el Congreso los engranajes para la investidura del presidente del Gobierno. El rey ha despejado su agenda para la próxima semana y el palacio de la Zarzuela elabora ya un calendario de encuentros con los representantes de los grupos parlamentarios, de menor a mayor, para determinar qué candidato cuenta con respaldos para superar este trámite parlamentario.

La victoria en las urnas de Pedro Sánchez deja el camino institucional allanado a la Casa del Rey y dibuja para el futuro jefe del Ejecutivo un procedimiento de investidura asumible.

Aunque el líder socialista, previsiblemente, deberá esperar a una segunda votación para salir elegido, se da por descontado que recibirá de Felipe VI el encargo de formar Gobierno y que no se repetirá el laberinto político del 2016.