El Gobierno exige al Banco de España que «pida perdón» y deje de crear alarma sobre los efectos del salario mínimo

G. Lemos REDACCIÓN

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JJ Guillén

La secretaria de Estado de Empleo confronta los malos augurios del organismo con la creación de 211.752 empleos en mayo

04 jun 2019 . Actualizado a las 21:34 h.

Las hostilidades del Gobierno contra el Banco de España se recrudecen. Tras el recado lanzado la semana pasada por la ministra de Economía, Nadia Calviño, que afeó las críticas del organismo a las familias españolas por gastar con demasiada alegría y no ahorrar lo suficiente -«Si una familia no llega a final de mes, no puede ahorrar», recordó Calviño-, ahora es la número dos de Trabajo la que intensifica el fuego contra el supervisor. La secretaria de Estado de Empleo, Yolanda Valdeolivas, reclamó este martes al Banco de España que «pida perdón» y deje de propagar «malos augurios» sobre los efectos en el mercado laboral de la subida del salario mínimo a 900 euros, porque «no se corresponden con la realidad».

Entienden en el Ejecutivo que los buenos datos de creación de empleo de los últimos meses, que se confirmaron en mayo, con más de 211.700 nuevos afiliados a la Seguridad Social, contradicen las previsiones del organismo que preside Pablo Hernández de Cos, que en su día estimó que el alza del SMI podría conllevar la pérdida de 125.000 puestos de trabajo. Pese a la falta de evidencias que hasta el momento apunten en esa línea, en un informe presentado la semana pasada el Banco de España afirmaba que era «prematuro» afirmar que la subida del sueldo mínimo en un 22,3 % no estuviera impactando en el empleo, ya que se disponen de «muy pocos datos agregados», e insistió en la conveniencia de ligar las subidas salariales al aumento de la productividad.

Valdeolivas reclama sin embargo a la institución monetaria que «reconozca su error», que, advierte, genera alarma en las empresas y puede producir efectos negativos en el mercado de trabajo, que es «muy sensible» a esos mensajes negativos: «Los malos augurios a los que nos tiene acostumbrados el Banco de España y su gobernador no se corresponden con la realidad y para nuestro lamento producen alarma». La número dos de la ministra Valerio no quiso poner en duda la metodología seguida por la institución para llegar a sus conclusiones, afirmando que el Gobierno «quiere pensar que los datos del Banco de España se hicieron de forma rigurosa», pero apeló a ese rigor para reclamar al organismo que reconozca su error.