Defensa insiste en que la Méndez Núñez seguirá su vuelta al mundo porque «no sabemos lo que van a hacer los americanos»

Manuel Arroyo Alves
M. Arroyo FERROL

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La F-104 coincidió en mayo con el Cantabria en el Mediterráneo durante unos ejercicios con la Armada de Italia
La F-104 coincidió en mayo con el Cantabria en el Mediterráneo durante unos ejercicios con la Armada de Italia ARMADA

Apartada del grupo de combate del portaviones Abraham Lincoln por la tensión en Irán, la fragata con base en Ferrol, dice la ministra Robles, completará la navegación hasta San Diego

06 jun 2019 . Actualizado a las 08:39 h.

La situación de la fragata Méndez Núñez (F-104) apenas ha variado en las últimas semanas desde que el Ministerio de Defensa ordenase, el 13 de mayo, su retirada del grupo de combate encabezado por el buque insignia de la US Navy, el portaviones Abraham Lincoln.

Estancada entre escalas y navegaciones para mantener la actividad en aguas del mar Arábigo, el golfo de Adén y el de Omán, mientras la Marina estadounidense permanece ahora desplegada al sur del estrecho de Ormuz, la F-104, insiste Defensa, seguirá su circunnavegación del globo en sentido Este, pero solo con motivo de la conmemoración del 500 aniversario de la vuelta al mundo de Juan Sebastián Elcano.

Fuentes consultadas por La Voz indican que la fragata ha iniciado una escala en el puerto de Muscate (Omán), donde recibió hoy la visita del embajador de España en ese país, del que zarparán, según las mismas fuentes, el 9 de junio.

«Va a seguir su viaje hasta San Diego -costa oeste de EE.UU.- y luego, pues ya veremos lo que hace el ejército americano», dijo ayer la ministra de Defensa en funciones Margarita Robles a preguntas de periodistas. «Lo que nosotros firmamos es que cada uno de los dos ejércitos era libre para tomar las decisiones oportunas», continuó Robles, para justificar la retirada «temporal» de la unidad de la Armada española ante la escalada de tensión entre Washington y Teherán, y que derivó en la orden de redirigir la flota naval a la zona de riesgo de conflicto en Oriente Próximo, variando la hoja de ruta fijada al inicio de la misión que la llevaría a surcar, primero, el Mediterráneo, el Mar Rojo, y el Golfo Pérsico y, a continuación, el océano Índico, el Mar de la China y el océano Pacífico, bajo el mando de los Comandantes de la 5ª, 6ª, 7ª y 3ª Flotas de la Marina de los EE.UU.

«No sabemos lo que van a hacer los americanos. Nosotros seguimos el ritmo que teníamos trazado hasta llegar a San Diego. Actuamos según lo que estaba previsto con absoluta normalidad», zanjó la titular de Defensa. No obstante, el Departamento de Robles, consultado al respecto, no se pronuncia sobre si la reintegración en el grupo de combate es la opción planteada desde el ámbito militar para el despliegue de la F-104 ni sobre si se ha establecido, o no, una nueva derrota para los próximos meses en caso de navegar en solitario. Sí descarta definitivamente, como ya se había informado, el regreso anticipado del buque a Ferrol o su incorporación a la operación Atalanta contra la piratería: «La Atalanta era una opción, hay muchísimas opciones. La misión que tenía ya está cumplida porque ya tiene la certificación», subrayó la ministra para aseverar que la fragata «ya tiene la certificación» porque «ya ha hecho las prácticas». «Se ha valorado que tiene la certificación ya, que recibió en Norfolk -durante el adiestramiento para despliegue en la costa atlántica de EE.UU.- y que ha realizado las operaciones correspondientes».

Tras zarpar de su base en el Arsenal Militar ferrolano el pasado 11 de abril con más de dos centenares de militares a bordo, la Méndez Núñez tenía como cometido, según informó entonces la Armada, llevar a cabo «operaciones navales en diversas partes del globo para contribuir a la paz y seguridad mundiales, así como para proteger los valores de libertad y democracia de la sociedad en la que vivimos».