Los líderes de Cs y Vox se reúnen por primera vez tras el 26M para negociar un acuerdo
09 jun 2019 . Actualizado a las 20:13 h.Fin al cordón sanitario impuesto por Albert Rivera a Vox; al menos, en la Comunidad de Madrid.
El cabeza de lista a las autonómicas por parte de la formación naranja, Ignacio Aguado, y su homóloga en Vox, Rocío Monasterio, mantuvieron ayer un encuentro en un hotel de la capital con el fin de intentar desbloquear la investidura para el Gobierno regional. La prensa no estaba invitada, pero según fuentes de ambos partidos, la reunión se desarrolló dentro de un clima cordial y constructivo bajo una misma meta: evitar que la izquierda se haga con Sol.
Este martes se elige la Mesa de la Asamblea madrileña, un órgano para el que PP y Cs han pactado la presidencia para la formación naranja, aunque para que acabe llegando a buen puerto también necesitarán el apoyo de los parlamentarios autonómicos de Vox. Un caso muy similar al que vivirá la candidata del PP para gobernar la Comunidad, Isabel Díaz Ayuso, ya que además de alcanzar un acuerdo con Cs (todavía se desconoce si será programático o bipartito), también requerirá del visto bueno de los ultraderechistas.
Se mantiene a otros niveles
Hasta ahora Albert Rivera siempre se había mostrado reacio a sentarse en la misma mesa de negociaciones que Vox, y su intención, para que no lo vincularan con el partido de Abascal, era alcanzar acuerdos siguiendo el modelo andaluz, dejando al PP como el único interlocutor con esta fuerza política que ha irrumpido en la Asamblea madrileña con 12 escaños. Sin embargo, Abascal amenazó con no favorecer ni un solo Gobierno constituido por alguna de las formaciones que les mantienen vetados, algo que parece haber hecho cambiar de opinión al presidente de Ciudadanos. De momento este cordón sanitario se mantiene activo en el resto de negociaciones que se están llevando en los ayuntamientos y en las comunidades de todo el país.
El encuentro de ayer entre CS y Vox se produce justo después de que la formación naranja se haya quedado sin carroza en el día del Orgullo una vez que la Coordinadora Gay de Madrid (Cogam), una de las principales plataformas organizadoras, decidiera excluirlos por negarse a firmar un decálogo en el que una de las medidas era «no valerse de los votos» de formaciones de «extrema derecha» para gobernar.