La acusada de asesinar a su marido en Cala Millor lo niega y dice que murió atacado por un perro

La Voz REDACCIÓN

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Isaac Buj | Europa Press

La Fiscalía sostiene que sedó al hombre, le cortó trozos de carne y piel para dárselos de comer a sus perros y después azuzó a los canes para que le mordieran

10 jun 2019 . Actualizado a las 18:08 h.

La mujer rusa acusada de asesinar a su marido en el 2016 en Cala Millor (Mallorca) ha negado este lunes el crimen y ha asegurado que el hombre, un alemán de 70 años de edad, murió atacado por uno de sus perros, un pitbull americano. La Fiscalía sostiene que la mujer, de 46 años, sedó al hombre y que le cortó trozos de carne y piel de ambos brazos para después dárselos de comer a sus perros, azuzándoles para que le mordieran en las extremidades. Por ello, pide una condena de 25 años de cárcel por asesinato con alevosía y ensañamiento.

Los hechos se remontan a abril del 2016, cuando la acusada y la víctima llevaban tres meses casados. Ninguno hablaba el idioma materno del otro y se comunicaban en inglés porque sí conocían ese idioma «un poco». Cuando ella se fue a vivir con él en el 2015, trajo consigo a su perro, Lord. Más tarde adoptaron una hembra de stafford americano, a la que llamaron Linda. La mujer ha mantenido que el pitbull fue quien atacó espontáneamente al hombre sin que ella interviniera. Así, ha rechazado que drogara a su marido, o que le atacara con un cuchillo, y ha contestado preguntando que «para qué» haría eso.

La mujer ha declarado que cuando el perro atacó a su marido ella intentó separarlos y encerrar al animal en el baño, dejando al hombre en el dormitorio. Según su versión, su marido salió de la habitación y el perro saltó sobre él y le mordió. Después lo arrastró como si fuera «un muñeco».

La mujer ha indicado que el perro mordió al hombre en las muñecas, que sangraba mucho, y que su cuerpo empezó a convulsionar. Al darse cuenta de que estaba «muerto», entró «en shock» y comenzó a «temblar», y que ingirió vodka y pastillas porque ya no quería «vivir», informa Europa Press. Por este motivo, ha declarado no recordar nada de lo que pasó después.

Cuando el fiscal la ha interrogado por diferentes contradicciones entre su testimonio y sus declaraciones en el Juzgado -como en qué momento del día ocurrieron los hechos, o la zona de la casa donde comenzó el ataque del perro-, la mujer lo ha achacado a este estado de shock y a su estado mental los meses posteriores.

La mujer ha sostenido que es incapaz de matar a nadie. También ha negado que ofreciera dinero a un hombre para que asesinara a su marido, como contó un testigo. Según la mujer, se trata de un hombre que le ofreció droga y ella le denunció.

La acusada ha reconocido que sabía que su marido había hecho testamento y que los herederos eran ella y los animales. La casa donde vivían era de la víctima y ella no tenía ninguna vivienda en propiedad.

Dos ataques anteriores

Según su declaración, los perros habían atacado al hombre al menos en otras dos ocasiones, en octubre y diciembre del 2015, pero no se deshicieron de ellos porque su marido no quiso. También ha dicho que su marido pegaba a los perros.

La toma de declaración a la acusada se ha visto dificultada por el lenguaje. Al inicio, la mujer ha dicho que no quería ser asistida por la intérprete designada, y que había pedido otra para lo que había hablado con el cónsul. El magistrado Jaime Tártalo le ha contestado que la petición no le consta y que además la intérprete había sido designada por el Tribunal, por lo que no había motivos para pensar que no desempeñaría su función correctamente.

En varias ocasiones el juez ha pedido a la mujer que contestara en ruso, puesto que insistía en responder en castellano, pese a que no lo habla con fluidez, y resultaba difícil comprender sus respuestas. Su abogado le ha recomendado que respondiera en ruso, pero continuamente cambiaba de idioma. Además, el magistrado ha tenido que llamar la atención a una mujer del público que aseguraba que la intérprete no estaba traduciendo bien las respuestas.