Una bicefalia con Lastra y bajo supervisión de Iván Redondo

Francisco Balado Fontenla
F. Balado MADRID / LA VOZ

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Eduardo Parra | Europa Press

Ferraz oficializa los integrantes de su equipo negociador para recabar apoyos para la votación

11 jun 2019 . Actualizado a las 11:56 h.

Ferraz oficializó ayer los componentes del equipo que se encargará de capitanear todas las negociaciones poselectorales. En juego no está solo la Moncloa, sino que también el signo de los Ejecutivos de varias comunidades autónomas así como de un buen puñado de ayuntamientos, varios de ellos de gran trascendencia. La coincidencia de las generales con las municipales, autonómicas y europeas ha deparado un panorama en el que todos los pactos están conectados, de modo que un bastón de mando en cualquier localidad pueda desencadenar un movimiento en cadena que acabe facilitando la investidura de Sánchez, o lo contrario.

La encargada de llevar las riendas será la vicepresidenta del Gobierno en funciones, Carmen Calvo, una de las personas de mayor confianza de Sánchez. Pero en el equipo también hay otro nombre de peso. El ministro de Fomento en funciones, José Luis Ábalos, tiene menos rango en el Gobierno, aunque dispone de más galones dentro del partido como secretario de Organización, por lo que en la práctica será una bicefalia que contará con el apoyo en el Congreso de Adriana Lastra, portavoz del Grupo Socialista en la Cámara Baja. Por supuesto, todas las decisiones de peso tendrán que tener el visto bueno del principal asesor de Sánchez, Iván Redondo, quien aunque suscita algunas críticas internas dentro del partido por no contar con el carné de la formación, disfruta de la plena confianza del jefe del Ejecutivo. 

Atención a Canarias y Navarra

Sin descuidar ninguna plaza, los dos grandes frentes a los que este equipo dedicará más esfuerzos son el navarro y el canario. Los socialistas son determinantes a la hora de conformar los Gobiernos autonómicos, y justo en esos dos territorios hay diputados en el Congreso que podrían acabar allanando la investidura de Sánchez: dos de UPN (partido que a las autonómicas se presentó en coalición con el PP y Cs bajo la fórmula Navarra Suma), que podría favorecerla a cambio del poder en Pamplona mediante una abstención de los socialistas navarros; y dos de Coalición Canaria, formación que también podría requerir del apoyo del PSOE insular para renovar al frente del Gobierno autonómico, una operación que podría servir como moneda de cambio a convertir en la Carrera de San Jerónimo en la segunda semana de julio.