La selectividad, una prueba cada vez menos frecuente en otros países

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Los alumnos de Asturias en las pruebas de selectividad
Los alumnos de Asturias en las pruebas de selectividad José Luis Cereijido

La prueba común retrocede respecto a los criterios propios en cada universidad y facultad

11 jun 2019 . Actualizado a las 10:52 h.

El acceso a la universidad es, en general, una opción de cada facultad. Es lo que ocurre cada vez con más frecuencia en Occidente. En Asia, en cambio, sí se mantiene un examen único:

Con selectividad en la ue

Alemania. El Abitur es un examen conocido por su dureza, con pruebas orales y escritas. En Alemania acuden a la universidad pocas personas, ya que existen filtros durante toda la enseñanza. Para estudiar en la universidad pública se exige el alemán.

Austria. Es un proceso similar al alemán, con un examen conocido como Matura. Esta prueba se hace en el centro de estudios de cada alumno y son tres o cuatro exámenes escritos; completados con cuatro entrevistas que se hacen un mes después, en junio. Como alternativa, los alumnos pueden escribir un ensayo, que deben presentar ante un tribunal.

Italia. El examen estatal es algo similar a la selectividad, pero se hace en cada centro, aunque la prueba es igual para todo el país. Tiene una parte escrita y otra oral. Pero además cada universidad hace sus propios test.

Portugal. No es tanto una selectividad a la española como un examen común de asignaturas que ponderan en España. Cada universidad elige unas materias de las que hay que examinarse y su nota se combina con las de los dos últimos años de secundaria.

Solo Bachillerato en la UE

Reino Unido. Es el ejemplo más clásico. Ahí, cada facultad tiene su sistema propio de ingreso. Suelen exigir exámenes puntuales (A-Levels, una especie de examen de selectividad de materias de ponderación), el Bachillerato Internacional o el B-MAT (Medicina). Hay una central que gestiona las solicitudes (UCAS) en la que el alumno se inscribe en enero y en función del expediente cada universidad se pone en contacto con el estudiante.

Francia. Antes el acceso a la universidad era directo con el bachillerato, pero ahora cada vez más universidades piden una prueba propia. La solicitud se tiene que hacer el año anterior y casi todos los grados son en francés, idioma exigido a los candidatos.

Suecia. Las notas del bachillerato sirven para entrar, aunque un extranjero debe tener cierto nivel de inglés o, si quiere estudiar en sueco, el Tisus (Test in Swedish for University Studies).

Finlandia. Las universidades tienen sus propios exámenes de ingreso, en general muy exigentes. Una vez se hacen, es la universidad la que se pone en contacto con el alumno.

América del Norte

El SAT en EE.UU. El SAT es una especie de selectividad en Estados Unidos, es obligatoria, y los estudiantes se preparan dos años para aprobarla. Además, las universidades exigen una prueba propia si se quiere cursar un grado de cuatro años. Y no solo eso. Se valora el expediente académico, las cartas de recomendación, las de motivación, así como se suele exigir un pequeño ensayo de investigación.

Canadá, descentralizado. Hay que comprobar las exigencias de cada área, pero en general se miran las notas de bachillerato, el certificado de inglés y dos cartas de recomendación.

Asia, muchas pruebas

China y el «gaokao». La selectividad en China maneja cifras imposibles en Europa: 10 millones de solicitantes para 2,5 millones de plazas. La prueba es tan exigente que se movilizan miles de equipos de primeros auxilios y ambulancias. Copiar en el gaokao está penado con hasta siete años de cárcel.

Japón. Cada facultad tiene su propio sistema de acceso, con criterios y temarios singulares. Pero además está el Sentâ Shiken, una primera prueba que se hace a la vez en todo el país.

Corea del Sur. Cada año el país se para durante la selectividad, ocho horas para examinarse de lengua, matemáticas, inglés, sociales, naturales y segundo idioma extranjero. La exigencia es tan abrumadora que se desvían aviones y los funcionarios y la Bolsa cambian de horario.

Iván Area, profesor de la escuela de ingeniería de UVigo y representante de esa universidad en la CIUG
Iván Area, profesor de la escuela de ingeniería de UVigo y representante de esa universidad en la CIUG Santi M. Amil